Descartado el pacto, el Gobieno decidirá hoy límites indicativos de salarios y rentas

Las normas por las cuales el Gobierno va a marcar las pautas para la negociación salarial del país durante el año próximo serán fijadas casi con absoluta seguridad en el Consejo de Ministros que inicia hoy sus sesiones y que podría prolongarse durante el sábado, dada la cantidad de temas que van a ser abordados, según comentaron ayer a EL PAÍS medios competentes de la Administración.

La instrumentalización de estas normas se realizará mediante un proyecto de ley que será remitido para su discusión a las Cortes, aunque debido al período de discusión y aprobación del mismo -que podría prolongarse por espacio de más de un mes- es probable que se apruebe simultáneamente un decreto con similar contenido para su aplicación a partir del primero de eneroLas mismas fuentes han señalado que en estas disposiciones se fijarán los criterios del Gobierno en materia de salarios y de otras rentas, lo que afectaría a las de capital y alquileres. Los medios consultados por EL PAÍS señalaron que los porcentajes de incremento que se fijen en estas disposiciones legales constituirán un marco de referencia y no normas obligatorias. Los topes que se barajan como probables en materia salarial oscilan entre el 12 % y el 13%, manejándose la cifra del 12,5 % como más probable, aunque la discusión en el seno del Consejo pueda modificar las cifras a última hora.

Las normas salariales -según manifestaron ayer fuentes del Ministerio de Economía- no serán de carácter obligatorio para las empresas. En este sentido se reproducirá el esquema del decreto de política salarial del mes de noviembre del año pasado, en el que se hacía una distinción entre tres grupos de empresas: las públicas, para las que el decreto resultaba vinculante y obligatorio, las privadas que se benefician de algún tipo de subvención o ayuda oficial, a las que se les retiraría en caso de incumplir las limitaciones salariales establecidas, y las privadas, que gozarán de completa libertad para establecer los aumentos de su masa salarial.

No obstante, el crecimiento de la masa salarial total durante el año próximo no podrá dispararse, ya que la política monetaria durante el año próximo va a ser un factor limitativo, cuyo cumplimiento está dispuesto el Gobierno a hacer respetar con el máximo rigor, según señalaron fuentes del Ministerio de Economía.

El secretario de Estado de Economía, señor Leal, manifestó ayer a EL PAÍS que la no existencia de acuerdos «no es ningún drama, ya que son muy pocos los países democráticos en los que existe un pacto explícito entre las partes. De todas formas, hemos sacado frutos satisfactorios de las reuniones con empresarios y trabajadores, porque ha habido acercamientos notables entre las posiciones de todos los protagonistas y se han modificado los planteamientos previos, incluso los del Ministerio de Economía, en materia de empleo y política monetaria».

Los objetivos del Gobierno en materia de política económica siguen prácticamente inalterables respecto a los anunciados al inicio de las conversaciones bilaterales entre Gobierno, por una parte, y empresarios y trabajadores por la otra. El Gobierno estima necesario moderar nuevamente para el año próximo los niveles de precios con objeto de finalizar 1979 en una tasa de crecimiento de los mismos del 10%, lo que arrojaría un aumento medio del orden del 12% al 12,5%. Se insiste en que estos porcentajes permiten un aumento de la masa salarial de entre el 12% y el 13%, con mejoría del poder de compra en base a las rebajas en la presión fiscal que los trabajadores con ingresos inferiores a las 800.000 pesetas anuales y dos hijos van a obtener. El nuevo tratamiento fiscal de las rentas salariales durante el próximo año permitirá «un importante proceso redistributivo de rentas en favor de los salarios más bajos», manifestó el señor Leal.

Las dos novedades que se han introducido en las últimas semanas respecto a los planteamientos iniciales del Gobierno afectan a la política de empleo y a la financiación del sector privado. En el primer terreno parece que se ofrecerá un cuadro más atractivo de creación de puestos de trabajo, tratando de alcanzar los 150.000 nuevos empleos, lo que permitiría absorber la entrada de nuevos trabajadores activos y rebajar algo el paro existente. Un papel importante en este terreno podría jugarlo la política salarial, sin evitar al máximo los aumentos lineales con objeto de no subir demasiado los niveles salariales más bajos, que entorpecen la entrada de los jóvenes en el mercado de trabajo. Por lo que se refiere a la segunda modificación importante, el Gobierno se ha comprometido a incrementar la financiación del sector privado.