El Gobierno fija en 106 pesetas el precio del aceite de oliva en origen

En 106 pesetas kilogramo ha sido fijado el precio de compra al productor del aceite de oliva virgen extra de hasta medio grado de acidez, según un real decreto que regula la campaña olivarera 1978/79, que publicó ayer el Boletín Oficial del Estado.Los precios para otras calidades de aceite de oliva virgen sobre centros de recepción serán los siguientes: extra de más de medio grado de acidez y hasta un grado, 105 pesetas; fino, 104 pesetas; corriente de hasta dos grados de acidez, 103 pesetas, y corriente de más de dos grados y hasta tres grados, 101 pesetas.

El real decreto determina las calidades y características para la clasificación de los aceites de oliva vírgenes y dispone que durante la campaña, que finalizará el 31 de octubre de 1979, el FORPPA adquirirá la totalidad del aceite de oliva virgen de las calidades especificadas que libremente le ofrezcan los productores durante el presente año y hasta el 31 de julio de 1979.

Los precios de compra al productor ya citados.se incrementarán en 0,50 pesetas kilo durante el mes de febrero y en 0,75 pesetas a partir del mes de marzo y hasta el mes de julio, inclusive. En cuanto a los precios de venta adquiridos por el FORPPA sobre centros de recepción, serán para cada mes superiores en dos pesetas kilo a los respectivos precios de compra. En el trimestre agosto-octubre se aplicarán los mismos precios de venta que en el mes de julio.

El real decreto incluye, por otra parte, una serie de medidas, unas referentes a actuaciones sobre el mercado y otras sobre las estructuras de producción, industrialización y comercialización, encaminadas a sentar bases para el futuro del olivar y sus productos, ya que el Gobierno entiende que no es en los precios donde radica un futuro estable para el sector.

Entre estas medidas figura la reducción a 25.000 toneladas métricas trimestrales como máximo de las adjudicaciones de aceite de soja para el mercado interior, tanto para el consumo directo como para usos industriales; la supresión definitiva de las subvenciones a dichos aceites y la posibilidad de potenciar las exportaciones de aceite de oliva, en particular aquellos que estén amparados por denominaciones de origen.