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Los centros de salud mental, alternativa al manicomio

En una de las asociaciones de vecinos del pueblo madrileño de Getafe un matrimonio contaba hace poco que su hijo había sido herido en una de esas peleas de bandas juveniles que se entablan en la fiebre de sábado noche. Era la tercera vez que el muchacho se veía envuelto en una riña de este tipo y los padres no sabían cómo afrontar un problema que amenazaba la estabilidad familiar.En la asamblea de vecinos que debatió el tema, unos propusieron que se cerraran las discotecas y otros que aumentara la vigilancia policial, pero la mayoría consideró que tales métodos represivos no eran la forma adecuada de actuar. Se decidió plantear el asunto en las asociaciones de jóvenes, donde éstos, a su vez, constataron que no tenían más lugar para reunirse que las discotecas, que sufrían los efectos del paro y del desencanto general y que no son ellos quienes fomentan el consumo de drogas y la violencia, sino la sociedad y el Estado.

Por fin, aunque todos eran conscientes de que acabar con un fenómeno tan complejo como la violencia juvenil no es nada sencillo, pensaron reunirse una vez por semana para intentar entre todos establecer sus causas y buscar una solución a medida de las características y necesidades del pueblo.

La salud en la calle

En esta forma de abordar un problema colectivo puede verse un ejemplo típico de aplicación espontánea de los métodos que propugna la psiquiatría comunitaria de cara a prevenir la salud mental de los vecinos de Getafe, que, cómo suele ocurrir en los núcleos urbanos de carácter obrero e industrial, poseen un grado de concienciación política y social bastante elevado, partió hace unos meses,la idea de montar un centro que atienda la salud mental y la planificación familiar de la localidad.

Las asociaciones de vecinos y de amas de casa iniciaron este verano las gestiones necesarias por medio de dos asistentes sociales que se pusieron en contacto con diferentes medios psiquiátricos. Por fin quedó constituido el Colectivo de Salud Mental de Getafe con cuatro jóvenes psiquiatras, los dos asistentes sociales y un grupo de dieciseis personas del pueblo que ofreció su colaboración.

Por su parte, el Ayuntamiento se comprometió a ceder un local y correr con los gastos de su mantenimiento y se intenta que la Diputación financie los gastos de personal para que la asistencia sea totalmente pública y gratuita.

Asterio Ruiz, uno de los psiquiatras del Colectivo, explica algunas características del funcionamiento de un centro de salud mental tal como lo concibe la psiquiatría comunitaria.

«Nuestra práctica asistencial parte de la negociación del manicomio. Pensamos que recluir a una persona, aislarla de su medio y etiquetarla como enfermo no es la manera adecuada de descubrir las causas de su enfermedad. Estas causas pueden ser problemas familiares, laborales, de relación, etcétera, sólo pueden detectarse en la realidad en la que se mueve la persona.»

«Por otra parte, consideramos que la organización y la gestión de la asistencia debe ser democrática y dar la máxima participación a la comunidad en la que se inscribe. No se trata de abrir un gabinete de consulta, sino de trabajar con la colectividad para resolver los conflictos que se manifiestan en ella.»

Plan de sectorización

El centro de Getafe podría estar ya funcionando, pero el Ayuntamiento ha retrasado, sin motivo aparente, la constitución del Patronato, que es la figurajurídica que adoptaráy las asociaciones de vecinos han denunciado la exístencia de «intereses ocultos que tratan de coartar las reivindicaciones del pueblo».

En realidad, estos intereses no son tan ocultos, pues se conocen las maniobras del señor Lecumberri, director de Ciempozuelos-hombres, para montar en el local que el Ayuntamiento prometió al Colectivo un centro dependiente del manicomio que dirige.

La actitud del señor Lecumberri forman parte de la puesta en marcha de un plan de sectorización de la asistencia psiquiátrica concebido por los representantes de la psiquiatría tradicional en un intento de remozar la desprestigiada imagen del manicomio y por el que percibirán una subvención inensual de la Diputación de 200.000 pesetas.

«Los grandes centros psiquiátricos se han repartido el territorio de Madrid para crear una red de centros donde se piensa practicar una especie de psiquiatría ambulatoria que no tiene más sentido que hacer una criba de la población y asegurar la supervivencia de los manicomios», comenta Asterio Ruiz.

De momento, el plan de sectorización ha chocado con la resistencia de las asociaciones de vecinos de Getafe, que apoyan unánimemente al Colectivo. Es probable que algo similar ocurra en otros núcleos de Madrid -los barrios de Vallecas y Moratalaz-, donde se van a abrir sendos centros de salud mental con orientación análoga al de Getafe. La Sección de Psiquiatría de la Ciudad Sanitaria Provincial Francisco Franco, en cuyo Hospital de Día se practica una de las más avanzadas tendencias de la psiquiatría alternativa, es quien ha promovido y lleva a cabo dicho proyecto.

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