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Ha muerto Salvador de Madariaga

'Llevamos meses tratando de templar la guitarra liberal de España"

Ultimas declaraciones políticas de Salvador de Madariaga

«Lo que acaba de suceder en España marca un hito en la historia de mi país», dijo Salvador de Madariaga en las últimas declaraciones que hizo a un medio de comunicación. Las efectuó al periodista Jaime Ortega; jefe de los servicios en español de Radio Suiza Internacional, al día siguiente de haber sido aprobada la Constitución en España. EL PAIS publica en exclusiva un estracto literal de las mismas.«Mucho más de lo que las cifras parecen indicar -señaló Madariaga- este acontecimiento es histórico. Llevamos ya desde hace meses templando la guitarra liberal en España, y todavía no la hemos podido conseguir afinar hasta hoy, porque, desde luego, como liberal que he sido toda mi vida, concedo que es una guitarra muy difícil de afinar, sobre todo en un pueblo como el español. Hay una opinión muy generalizada y muy errónea, en países fuera de España que ven en ello una especie de atraso del pueblo español o insuficiencia del pueblo español. Yo no lo veo así. Por el contrario, creo que el pueblo español es muy difícil de gobernar, precisamente porque la inteligencla está muy bien repartida en España y la crítica va siempre con la inteligencia, y como hay también un elemento díscolo de individualismo exagerado, la dificultad de, gobernar al pueblo español nace de que el pueblo tiene características de un pueblo agudo. La dificultad, y eso lo he dicho hace tiempo, radica también en que en España hay treinta millones de reyes, y quizá son demasiados reyes para tan poco territorio.»

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«También debemos recordar -dijo Madariaga al periodista-que al pueblo español se le ofrecían alternativas de violencia, pero con unas cifras que son impresionantes ha rechazado esa posibilidad, con dos excepciones, que son la cuestión que yo creo que queda en pie: el problema de los vascos y el problema de los comunistas.»

¿La Constitución aprobada corresponde a las aspiraciones históricas del pueblo español?, le preguntó el periodista a Madariaga. «Yo creo que sí, porque muchas veces suelen olvidar, no ya los que no son españoles, sino hasta los mismos españoles, que en realidad estas maneras de hacer la democracia, de practicar la democracia, son muy antiguas en España, aparte de que no sé quién lo demostró, pero lo demostró muy bien, que prácticas menudas de la democracia, las elecciones, por ejemplo, las votaciones, han sido copiadas de las costumbres de los conventos, de las costumbres de los frailes, y un país que tiene un medioevo frailuno estaba muy bien preparado para hacer frente con las prácticas de la democracia moderna. Pero subsisten, en mi opinión, dos dificultades, que no debemos intentar borrar de la realidad. Lo que hay que hacer con la realidades resolverla, y no volverle la espalda, y es el problema de la ETA, y el problema del Partido Comunista.»

Sobre la abstención y los votos negativos habidos en el País Vasco, Salvador de Madariaga dijo en sus declaraciones:

«Pues sobre esos dos puntos le diré, primero, en cuanto al País Vasco, que ETA ha recibido una derrota de la que creo y espero que no podrá levantarse. ETA está compuesta de jóvenes poco maduros, que no saben lo que hacen y Dios, los perdonará por ello, pero es absolutamente insensato pensar que pueda fundarse una nación sobre el asesinato de los que piensan como el que tira. Entonces, lo que el pueblo vasco le ha dicho a los de la ETA es: "No queremos nada de vosotros". Las cifras demuestran que ha habido un amplio empleo de la coacción de la pistola, y entonces el pueblo vasco, que es uno de los pueblos más sensatos de España, ha respondido que eso no, que eso no se puede hacer, que no se puede fundar una nación sobre la supresión de la libertad de los otros.»

El problema de los comunistas

«En cuanto a los comunistas, para mí es un problema más delicado y más complejo. Porque resulta que como todo el mundo sabe muy bien, el movimiento comunista en el mundo está trabajando con los enemigos de España. Es mu, probable, yo no tengo pruebas, que como ocurre en el caso de Irlanda, el comunismo universal esté trabajando detrás de ETA, y desde luego están trabajando detrás de,ciertos movimientos en Argel para ver si pueden arrancarle a España las Canarias. De modo que el Partido Comunista en España se encuentra en una situación, que procuraré analizar claramente pero que en sí es oscura.»«¿Es que están con España o están con los enemigos de España? No hay que faltar en generosidad. Cuando un adversario político hace una cosa bien, hay que decirle, muy bien hecho. Al Partido Comunista se debe una buena parte del triunfo del sentido común que representa lo que ha ocurrido en España. Por consiguiente, han cumplido con su obligación, con lealtad, y han hecho al país, no cabe la menor duda, un servicio. Pero es menester que aclaren si están con los que quieren robarnos las Canarias, si están con los que están apoyando a ETA, sí están con todas las fuerzas dispersantes de la democracia.»

«Pero quiero volver atrás y decir que hay algo que afea mucho la conducta de ETA y de muchos vascos que no son de ETA, y es que los que conocemos un poco el problema vasco sabemos que el separatismo vasco fue condenado explícitamente por el fundador del partido separatista vasco, quien fundó mucho antes de su muerte un partido vasco españolista, y lo que están tratando de hacer los de ETA es intentar tapar con la boca de sus revólveres la verdad y la libertad de decirla al pueblo vasco.»

«Este es un problema que incorpora a España al destino de todos los europeos. Yo creo que hasta ahora ha llevado la cabeza de la humanidad, lo que podríamos denominar la nueva Atlántida, es decir, todos los países costeros del Atlántico, con su adlater el Mediterráneo; es en estos pueblos donde se ha ido realizando el desarrollo consciente de la humanidad. Creo que España se incorpora ahora. No es que haya estado fuera de movimiento, al contrario, ha estado en el centro durante mucho tiempo, pero se incorpora en cuanto a las formas. Sobre todo, es probable que ahora empecemos a tener ya una vida política que no esté expuesta a la superabundancia de pronunciamientos que hubo en el siglo XIX. Por eso creo que lo interesante de lo que ha ocurrido es que el pueblo español se ha dado cuenta de que el siglo actual y el próximo, que ya asoma, no van a poder regirse por monsergas viejas como el marxismo y cosas que andaban circulando en el siglo pasado, sino que son cosas nuevas, porque incluso la economía, incluso la manera de manejar la relación entre las clases, todo esto, está cambiando fundamentalmente hacia un estilo de política muy nuevo, que es al que se dirige España, afirmando, como lo ha hecho, tan estupendamente su sentido cívico, y, por consiguiente, pacífico, de la lucha política. »

¿Cree usted que es satisfactorio para los españoles ingresar a esta Europa de las economías, de las finanzas, de los grandes negocios?

«Bueno -respondió Madariaga-, la tendencia internacionalista del mundo moderno, en todo en el pensamiento, en las costumbres, en el turismo, en la economía, es tal que España no podía establecerse en un aislamientoque no le permitiera colaborar de pie lleno en todo lo que se está haciendo en los demás países. Estoy seguro de que hemos hecho un avance muy grande, para, al adoptar las formas que ya existieron en España en la Edad Media, pero que estaban abandonadas, y que hoy se conocen en todo el mundo, como las formas de libertad y, sobre todo, de la libertad de opinión, no hay que olvidar que la verdadera definición de la democracia es el gobierno por la opinión, lo que el pueblo de España ha hecho es votar el gobierno por la opinión, y al votarlo así ha votado la posibilidad de unificarse con toda Europa y con todo el Atlántico para poder proseguir una evolución pacífica que puede ser excelente con tal de que la gente se acostumbre a ceder a la razón, y ha de olvidar eso de la pistola.»

¿Se cumplen entonces, de esta manera, las aspiraciones de un español como Salvador de Madariaga, uno de los autores de ese proceso de la historia española?

«Me hace usted mucho honor. Yo lo que he hecho, lo que he procurado toda mi vida, es abogar por las cosas que acabo de decirle, es decir, por que la gente se dé cuenta de que para que haya convivencia es menester que la cosa pública triunfe sobre la cosa privada, cuando la cosa privada no quiera escuchar la cosa pública. Por consiguiente, si nos vamos a civilizar, es decir, si nos vamos a someter a la ley civil, es que hemos logrado lo que todos los que hemos trabajado por un liberalismo decente y moderno. Creo que vamos por ese camino, y el camino es bueno.»

«Pero déjeme usted decir, antes de terminar, que le debemos un muy buen agradecimiento a los que para mí son los tres hombres que han dirigido esta evolución tremenda en España y que se ha hecho tan bien, cuando tan difícil parecía; estos tres hombres, que son el Rey, el presidente del Consejo y el ministro de Defensa. Me parece que el país les debe una manifestación de su satisfacción por lo bien que han llevado tan dificilísima evolución.»

La belleza de la ciencia

Un aspecto de su pensamiento, las relaciones entre estética y ciencia, fue el tema de su discurso de ingreso en la Real Academia Española, con especial relieve a la belleza matemática. «Parece como si la belleza fuera, como la verdad, un concepto y una vivencia puramente objetivos, sin mezcla de influencia subjetiva alguna. Pero la experiencia parece sugerir vivencias más complejas: y pensando en el poder soberano del amor en todo lo que es vida, me ha ocurrido alguna vez definir la belleza como "el resplandor de un objeto (cosa o persona) que se mira con amor".»«La variedad desconcertante -añadía- de seres humanos da de sí también el científico indiferente a la belleza, que, animado por el mero progreso técnico, sigue con frialdad estética absoluta, movimientos del pensar humano a veces de singular hermosura. La belleza es flor del mundo de la sensibilidad, y surge no de nuestra inmersión en el río de los aconteceres, sino en la sensación de que nuestro ser es cauce para que por él fluya el río de los aconteceres. Observamos lo verdadero, hacemos lo bueno, sufrimos, nos consumimos, ardemos en lo bello. Quizá se encuentren los tres allá, en el infinito, pero en esta tierra dura, lo verdadero, lo bueno y lo bello no suelen encontrarse como tales.»

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