Werner Arber,
premio Nobel de Medicina 1978, sonrió sorprendido cuando fue despertado ayer, día de Santa Lucía, precisamente por la Lucía sueca, reina de la luz, coronada de velas encendidas, quien entró en la habitación del hotel de Estocolmo en el que se hospeda y le ofreció café y pasteles para desayunar. El premio Nobel suizo, asistió el pasado domingo en la capital sueca a la entrega oficial de los galardones científicos y literarios más importantes del mundo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.