El Papa celebra el "día de la Inmaculada" en la plaza de España, de Roma

Juan Pablo II, siguiendo una costumbre de sus antecesores, irá esta tarde a la famosa piazza di Spagna, para rezar ante la Inmaculada, cuya estatua domina toda la plaza. Se trata de una fiesta popular romana «con sabor español». En efecto, en esta plaza está la, embajada de España ante la Santa Sede y es tradición que al Papa lo reciban, junto con el alcalde de Roma, el embajador español ante el Vaticano y los agregados de la embajada. Estará también presente el prefecto de la Congregación de Propaganda de la Fe, cardenal Rossi, que tiene su sede también en esta plaza.Como otros años, los bomberos serán los primeros que esta mañana, con sus grandes escaleras, subirán a colocar una corona de flores en el brazo de la estatua de la Inmaculada. Inmediatamente después empieza una procesión de niños de las escuelas y colegios que van con sus familias a llevar ramos de flores, hasta la llegada del Papa, anunciada para las cuatro y media de la tarde. Después de una breve oración y después de haber saludado a la gente que se reúne en la plaza y a los españoles que se arraciman en los balcones de la embajada, el Papa irá a la basílica de Santa María la Mayor para celebrar la misa. De esta basílica, como homenaje a la antigua devoción de los monarcas españoles, es canónigo el jefe del Estado, hoy el rey Juan Carlos. Los miembros de la embajada española, el Colegio Es pañol de Roma y el Instituto Cervantes asistirán por la mañana a una misa en esta basílica, y después irán a llevar ramos de flores a la Virgen, que está exactamente en frente de los balcones de la embajada.

Juan Pablo Il recibió a Helder Cámara

Por otra parte, entre las audiencias celebradas ayer por Juan Pablo II está la conversación que mantuvo con el arzobispo brasileño Helder Pessoa Cámara, que dio al Papa un amplio informe sobre la situación actual de la Iglesia brasileña y latinoamericana, con vistas a la reunión que la Conferencia Episcopal de América Latina celebrará en México el próximo mes de enero, y a la que es posible que asista el propio Papa.

Otra noticia se refiere también a la actividad del Papa respecto a América Latina: el nombramiento del sacerdote Jaime Lucas Orteaga, hasta ahora presidente de la Comisión Diocesana de la ciudad cubana de Matanzas, como obispo de la diócesis, igualmente cubana, de Pinar del Río. El nuevo consagrado nació en Cuba, en 1936, y a los veintiocho años fue ordenado sacerdote y después nombrado vicario cooperador de la parroquia de Yaguey, su pueblo natal, en la provincia de Matanzas. Había completado estudios teológicos en Quebec, Canadá.

El viaje del Papa a México podrá decidirse definitivamente los días 18 y 19 de diciembre, cuando se celebre en el Vaticano una reunión de la Conferencia Episcopal Latinoamericana. El arzobispo primado de México, Ernesto Corripio, quien participará en ese cónclave de la jerarquía de la conferencia, ha precisado que el propio Pontífice podría confirmar el viaje en esa fecha.