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Un primo de Somoza trata de negociar una salida política en Nicaragua

La inesperada visita del primo de Anastasio Somoza, Luis Pallais Debayle, al presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, durante el pasado fin de semana, ha añadido un nuevo y sorprendente dato a los intentos globales de diversos sectores por encontrar una solución a la crisis nicaragüense.La mayoría de los observadores se preguntan qué argumentos utilizó el actual presidente del Congreso nicaragüense para conseguir el beneplácito venezolano a su visita, en momentos de singular tensión entre los dos países, y cuáles han sido los resultados concretos, si es que los ha habido, de las entrevistas mantenidas por ambos políticos.

Luis Pallais parece haber querido buscar en Caracas dos objetivos: evitar que un bloque importante de países latinoamericanos (Panamá, Colombia, México, Jamaica y Venezuela) rompan relaciones con el Gobierno de Somoza al unísono, y promocionar la idea,de un Gobierno provisional, presidido por él, que sirva de transición hasta la celebración de las elecciones, una vez Somoza abandone el poder.

En el primero de los puntos, no es preciso insistir, tiene enorme interés el Gobierno nicaragüense. Una postura rupturista de los países citados, unida a las cada día más serias propuestas de boicot económico auspitiadas por organizaciones gremiales del continente, colocaría a Nicaragua al borde del aislamiento total. Pallais habrá tratado de convencer a Pérez que una medida de este tenor perjudicaría, en última instancia, al pueblo nicaragüense, al que con tanto empeño trata de defender el jefe del Estado venezolano.

El segundo de los teóricos objetivos del primo de Somoza en Venezuela aparece, a primera vista, como mucho más problemático. Es cierto que Luis Pallais Debayle es, de entre los miembros del «clan» Somoza, el más presentable y el que menos contaminado aparece por las ambiciones de la familia. En este punto, Pallais podría ser aceptado como figura personal por aquellos que desean un «somocismo sin Somoza».

Es posible también que el Departamento de Estado norteamericano prefiera la posible solución de un Gobierno provisional presidido por Luis Pallais hasta la celebración de las elecciones, que la de un triunvirato civil integrado por los políticos a los que otorgó su respaldo el Frente Amplio Opositor (FAO) y que representan a los grupos políticos, sindicales y económicos interesados en barrer el somocismo.

Sería ingenuo admitir, sin embargo, que pueda ser eficaz esta solución a medio plazo.

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