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Han podido producirse irregularidades en la importación de carne de Rodesia

Ante la posibilidad de que empresas españolas hubiesen roto el bloqueo comercial impuesto por la ONU a Rodesia -como informó EL PAIS el viernes-, fuentes oficiales han puesto derelieve que en un país con unas cifras de importaciones que se aproxima al billón y medio de pesetas pueden producirse algunas irregularidades en cuestión de falsificación de licencias o de documentación sobre el destino, aunque este caso no es común

¿Pueden producirse importa Ciones procedentes de Rodesia? La respuesta obtenida por EL PAIS es que indudablemente sí, espacialmente cuando en los trámites de importación intervienen empresas que, como las que se manejan en este caso -Puma, SA, y Siete Mares, SA-, operan en puerto franco como el existente en Canarias. Las ventajas que las empresas importadoras gozan en Canarias gracias a la ley de Puerto Franco de 1852 y a la más reciente ley de Régimen Económico Fiscal de 1972 son importantes y la libertad que tienen para la compra en el exterior de todo tipo de producto, sobre todo de consumo y primera necesidad, así como para volverlos a exportar a terceros países, es toda.Este tipo de empresas que se dedican a la importación en régimen de puerto franco y que, por tanto, no están dentro del terreno aduanero español, pueden hacer poco más o menos lo que quieren, ya que -es una hipótesis- pueden manipular los productos importados.

Estas presuntas operaciones no se realizan con conocimiento de la Comisaría de Abastecimientos y Transportes (CAT) -la importacion y exportación de carnes está sujeta al régimen de comercio de Estado-, aunque todo parece indicar, y esto es de dominio público en el sector cárnico español, que es una realidad que este tipo de operaciones comerciales se llevan a cabo con bastan e frecuencia.

Hace unos meses, el Gobierno aprobó una moción por la que se autorizaba a tres asociaciones de empresarios cárnicos la importación de vanos miles de toneladas como materia prima para su industria, siendo en este caso los propios industriales los responsables de comprar la carne en el exterior a través de empresas importadoras sin que para ello intervenga el Estado para nada y primando únicamente el interés del precio. Según han señalado a EL PAIS fuentes dignas de crédito, una de las asociaciones que obtuvieron permiso para importar carne fue Asocarne, y la empresa que se encargó de estas importaciones, la canaria Puma, con base operativa en Las Palmas y domicilio social en Madrid y que actúa conjuntamente con la otra empresa, presuntamente implicada en la importación de carne rodesiana, Siete Mares, SA.

En cualquier caso, fuentes gubernamentales han quitado en todo momento dramatismo al affaire de las importaciones de carne rodesiana, señalando que es de sobra conocido que Rodesia cuenta en todo el mundo con empresas de paja encargadas de mover su comercio exterior, ya que de lo contrario, y en el caso de que todos los países integrados en la ONU cumpliesen estrictamente las normas dictadas en torno a este país africano, las posibilidades de supervivencia de Rodesia como país serían nulas.

Siete Mares y Puma, esas desconocidas

Una situación muy extraña rodea a las empresas canarias de exportación e importación Siete Mares, SA, y Puma, SA, que pudieran estar relacionadas con el tráfico ilegal de carnes desde Rodesia, con documentos falsos que acreditan su origen en Mozambique. Ninguna de las dos empresas figuran en guía alguna ni catálogo de importadores.

«Ni pensar en eso; todo es totalmente falso. No podemos decirles más cosas», y respuestas muy evasivas son las que dan portavoces de la empresa Siete Mares, que tiene su sede en Santa Cruz de Tenerife y una delegación en Las Palmas de Gran Canaria. Esta empresa centra su actividad en la importación-exportación de carnes de varios países -entre ellos Argentina y Polonia-, pescados, leche y otros productos de primera necesidad. Dicha empresa fue fundada hace quince años en Santa Cruz por los señores Braulio Bello -que es al mismo tiempo director gerente-, Luis Zamorano, Martín Garcia y José González. Tres de ellos son canarios y uno peninsular.

Puma, SA, es la otra empresa de las mismas características que tiene domicilio en Las Palmas y cuyo director-gerente -el nombre no nos quiso ser facilitadoreside en Madrid. También nos confirmaron que su actividad está centrada en el comercio de la carne entre, otros productos, y mostraron su extrañeza por haber localizado dicha oficina, que, por otro lado, figura en el listín telefónico de Las Palmas al igual que la de Siete Mares.

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