Escasa actividad durante el día de ayer

La campaña del referéndum constitucional bajó ayer considerablemente de tono, después de la intensa actividad desarrollada por los partidos durante el fin de semana pasado. Tan solo en el País Vasco se han seguido celebrando algunos mítines, protagonizados por políticos socialistas y comunistas.El Partido Socialista de Euskadi (PSOE) celebró actos en Rentería, donde intervinieron Alfonso Guerra y el senador por Guipúzcoa Enrique Iparraguirre. También en Rentería, el Partido Comunista de Euskadi celebró un mítin en el que intervinieron Fernando Soto y algunos oradores vascos para pedir el voto afirmativo a la Constitución. Patxi Iturrioz, del Movimiento Comunista de Euskadi, defendió en San Sebastián la abstención en el referéndun.

Entre los pronunciamientos sobre la Constitución que aún se producen, ayer manifestó su apoyo expreso la Generalidad de Cataluña, a través de una nota de su Consejo Ejecutivo, que afirman el presidente Tarradellas y los consejeros de la institución preautonómica. El comunicado llama a los ciudadanos de Cataluña a apoyar la Constitución el próximo 6 de diciembre, «fecha decisiva para el futuro de nuestro pueblo».

Añade la nota de la Generalidad que la Constitución es el marco que permite una amplia y sólida autonomía para Cataluña, y representa la consolidación de la democracia y la mejor garantía de convivencia.

En favor de la abstención se pronunció ayer el PCOE, que preside Enrique Líster, por considerar que la Constitución no responde a los intereses del pueblo. La Liga Comunista Revolucionaria pide el voto negativo, a través de su órgano de prensa Combate, argumentando que se restringen libertades, se mantienen discriminaciones y se limita la soberanía popular.

En cuanto a incidentes, cabe reseñar que un grupo de militantes de la LCR que pegaban carteles fueron obligados a dejar su tarea por dos individuos que les amenazaron con una pistola, en Barcelona. En Palma de Mallorca, el gobernador civil de la provincia ha ordenado la retirada de los carteles del Movimiento Comunista, al haber sido éstos declarados ilegales por la Junta Electoral balear.