Elevados índices de cianuro en el suministro de agua de Barcelona

En medios responsables se cita como causa del alto índice de cianuro registrado en la depuradora durante los días citados -0,30 miligramos por litro- a dos factores principales. Por un lado, a la existencia de una serie de industrias de productos galvánicos localizadas en un tramo concreto de la riera de Rubi, cuyo cauce va a desembocar en el río Llobregat, pocos kilómetros antes de la depuradora. Por otro lado, la alta concentración de materias tóxicas se ha incrementado considerablemente en los últimos tiempos debido a la sequía continuada de varios meses.Las fuentes consultadas por EL PAIS insistieron en señalar que durante los últimos años, y concretamente en el período comprendido entre junio de 1976 y junio de 1978, no se registraron índices de contaminación tan alarmantes como los actuales. «Ello -manifestaron- es consecuencia directa de la disminución del caudal. Es evidente que con un régimen normal de lluvias se haría innecesario cualquier medida preventiva. Las concentraciones de materias tóxicas en el suministro de aguas siempre han existido, pero ni han sido tan asiduas como en los tres días de noviembre, ni tal alarmantes.»

El Gobierno Civil advierte

En un comunicado hecho público, el Gobierno Civil de Barcelona señala que las aguas del río Llobregat presentan cierto grado de contaminación, pero que «no llega a ser peligrosa para la salud de los ciudadanos». Sin embargo, las autoridades celebraron una reunión con los organismos oficiales implicados en el tema de la distribución de las aguas a Barcelona con el fin de adoptar con carácter urgente las medidas necesarias. A esta reunión asistieron representantes de la Jefatura Provincial de Sanidad, Sociedad General de Aguas de Barcelona, Delegación Provincial de Industria, Confederación Hidrográfica del Pirineo Oriental Delegación Provincial de Obras Públicas y Comisaría de Aguas. La reunión estuvo presidida por el propio. gobernador civil, José María Belloch.Como conclusión, el Gobierno Civil considera que «la contaminación no alcanza siquiera la milésima parte de la cantidad necesaria para que llegue a ser peligrosa para la salud de los ciudadanos». Pese a ello se considera una medida preventiva que los biberones y papillas de los niños se confeccionen con aguas minerales embotelladas.

Esta medida fue calificada como «de extremada prevención» por científicos consultados por EL PAIS. «No está justificado el empleo de medidas diferenciadas entre niños y adultos. Es evidente que las materias tóxicas actúan en relación proporcional al peso del animal o persona que las ingiere. Ahora bien, el cuerpo humano puede contrarrestar alrededor de diez miligramos de cianuro. Con el tratamiento de la depuradora de aguas, el índice detectado de 0,30 miligramos es reducido a menos de 0,05 miligramos por litro, índice tolerado por la Organización Mundial de la Salud y, por consiguiente, dentro de las normas de la Jefatura de Sanidad. Representa, igualmente, que para que se dieran casos de intoxicación deberían ingerirse alrededor de doscientos litros de agua al día. »

Una circunstancia muy diferente sería que el agua llevara disueltos nitratos o nitritos, los cuales sí afectan directamente a los niños, por tener éstos, según fuentes consultadas, una hemoglobina menos tolerante que la de los adultos. Pero este no es el caso, ya que nitratos y nitritos sí que son sistemáticamente eliminados en el tratamiento que se da a las aguas en la estación depuradora.

La acción del vertido incontrolado se ve agravada por la existencia del canal de riego de Isabel Il. Los regantes no utilizan todo el agua que proviene de la riera de Rubí, y ésta es devuelta al río muy cerca de la depuradora, con lo cual no hay tiempo material para que las materias tóxicas se evaporen o diluyan en mayor grado.