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Las comarcas catalanas podrían ser circunscripción electoral

Fuentes parlamentarias informaron a EL PAIS de la celebración de negociaciones entre partidos -esencialmente el de Pujol y el socialista catalán- con el fin de modificar el redactado actual del anteproyecto del Estatuto de Cataluña en lo referente a la Elección del primer Parlamento catalán. Los cambios irían en el sentido de establecer como circunscripción electoral las 38 comarcas catalanas. El actual redactado establece como circunscripción la provincia, lo que provocó una fuerte reacción en Lérida, Gerona y Tarragona, que elegirán sólo ocho, diez y once diputados, respectivamente. En cambio, Barcelona elegiría 85 diputados, sobre un total de 114 (véase EL PAIS del 9 de noviembre).

La Asamblea de Parlamentario de Cataluña se reunió ayer en el Ayuntamiento de Barcelona -ya que, por deseo de Tarradellas, no puede hacerlo en la Generalidad- para establecer el regla mento que se seguirá para aprobar definitivamente el ante proyecto de Estatuto. La nota más significativa la dio López-Rodó quien, una vez más, acreditó su «tarradellismo» de reciente adquisición. El único diputado catalán de Alianza Popular recordó que la Asamblea de Parlamentarios que debe aprobar oficialmente el proyecto debe convocarla, según la Constitución, la Generalidad. Por ello, el ex ministro de Franco quiso distinguir entre el actual proceso previo y el que debe iniciar la Generalidad. Como ya se informó los socialistas temen que Tarradellas intente retrasar la convocatoria oficial de los parlamentarios por parte de la Generalidad. De momento, los parlamentarios acordaron que las reuniones plenarias de la asamblea, destinadas a aprobar oficiosamente el anteproyecto, se iniciarán el próximo día 27.En el transcurso de las dos semanas que faltan para aquella fecha los parlamentarios intensificarán los contactos ya existentes para modificar las normas de anteproyecto que deberán regular las primeras elecciones al Parlamento catalán. El telón de fondo de las negociaciones es el malestar creado en Gerona, Lérida y Tarragona, con la consiguiente acusación de centralismo barcelonés efectuada contra el anteproyecto.

Fuentes socialistas manifestaron a EL PAIS que este partido aceptaría unas elecciones de base comarcal siempre y cuando ello no implicara un retraso al proceso electoral. «El problema por nuestra parte -afirmaron- es técnico y no político. El establecimiento de las comarcas como circunscripción no nos perjudica, pero lo que tenemos es un retraso debido a los inconvenientes técnicos que el tema comporta si se parte de la comarca.»

Alternativa combinatoria

En fuentes fidedignas, EL PAIS supo que la alternativa en vías de concreción en las negociaciones en curso consistiría en combinar los sistemas territorial y proporcional. Así, se elegiría un diputado por cada una de las 38 comarcas y por cada 50.000 habitantes. Las veintitrés comarcas que no llegan a los 50.000 habitantes elegirían un diputado. Las quince restantes elegirían también un diputado en base a la misma cifra de habitantes y otro por cada fracción de 25.000. Además se establecerían otras primas para las comarcas que conforman la veguería (demarcación supracomarcal) de Barcelona. El resultado sería un Parlamento catalán de unos 130 miembros.Según este nuevo esquema, los socialistas ganarían -tomando como base los resultados del 15 de junio- unos seis puntos. También mejoraría sus posibilidades el partido de Pujol. En cambio, como perdedores evidentes aparecen los comunistas catalanes.

De ahí que el PSUC pueda intentar todo tipo de presiones. La postura comunista se limita a defender la máxima proporcionalidad, con omisión del concepto de territorialidad comarcal. Esta fórmula es la que favorece electoralmente a los comunistas. Ello tiene efecto en un lugar -Cataluña- donde el concepto de provincia es repudiado -o por lo menos lo era cuando, en la clandestinidad, primaban las razones de principio- por todas las fuerzas democráticas catalanas, en beneficio de la división comarcal establecida por la Generalidad, bajo la Segunda República española. Ahora, en cambio, las razones de principio aparecen extremadamente mediatizadas por criterios de oportunismo electoral..

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