Nueva convocatoria de la oposición a la lucha contra el sha
Los líderes religiosos iraníes y el Frente Nacional de oposición laica hicieron ayer un nuevo llamamiento para la continuación de las huelgas y manifestaciones que desde hace días mantienen paralizado el país. Los paros tendrán que concretarse a partir de mañana, tras la pausa dominical musulmana de hoy. El llamamiento ha coincidido con el anuncio del regreso a Teherán del principal dirigente del Frente Nacional, Karim Sandjabi, quien hasta ayer sostuvo en París una serie de conversaciones con el máximo líder chiita, Khomeini. Sandjabi, de quien la semana pasada se dijo que sería recibido por el sha Reza Palbevi, comparte la oposición del ayotallah Khomeini a la persona del sha, pero hasta hace unos días no deseaba que el rey fuese derrocado y procesado.
Las actividades financieras de la familia real serán investigadas por una comisión creada por el sha, según se anunció ayer. La comisión, encabezada por Jamal Edine Hajavi, personalidad muy próxima al palacio real, deberá presentar un informe al respecto en el plazo de dos meses. La mayor parte de los miembros de la familia real, sin embargo, abandonaron ya el país desde el principio de los incidentes en septiembre. Asimismo el sha decidió investigar las actividades de la fundación Palhevi, de la propia dinastía imperial, que podría estar implicada, entre otras cuestiones, en actividades de especulaciones inmobiliarias, principalmente en Teherán.Por primera vez después de los últimos incidentes, el Parlamento iraní se reunió ayer para aprobar todas las medidas tomadas por el sha. La Cámara decidió suspender la inmunidad del diputado por Teherán Mansur Jasidi, acusado de importar y vender a precios excesivos. Según el Parlamento, las decisiones últimas del sha satisfacen los «objetivos nacionales y religiosos».
En un intento de responsabilizar por igual junto a los militares a los líderes civiles y religiosos, el nuevo Gobierno dispuso ayer que en el interior del país los gobernadores provinciales creen comisiones mixtas, militares, civiles y religiosas, encargadas del restablecimiento de la normalidad del orden público y detención de «agitadores».
La compañía Iran Air habrá normalizado todos sus vuelos para el próximo lunes, según un portavoz oficial. El personal de tierra reanudó ayer el trabajo, después que sus demandas salariales fueran aceptadas. También fueron aceptadas las reivindicaciones económicas de los trabajadores del transporte urbano de Teherán y se espera que el servicio de autobuses se restablezca hoy.
No se normaliza la producción petrolera
Sin embargo, la actividad no parece en vías de normalización en el sector petrolero, vital para la economía del país y quizá prueba decisiva para este Gobierno militar. Se produce actualmente un millón de barriles diarios, de un total de 5,7 millones en tiempos normales, lo cual sólo satisface las necesidades internas. Respecto al mundo estudiantil, activista fundamental en los disturbios, las clases no se reanudarán el próximo domingo, como había previsto el nuevo Gobierno al entrar en funciones. La enseñanza primaria debe reanudar las clases el próximo 18. Los institutos secundarios, escuelas técnicas y universidades permanecerán cerrados hasta nuevo aviso. No se espera, sin embargo, que puedan abrir sus puertas pronto, sobre todo porque el próximo mes de diciembre comienza un nuevo periodo de festividades religiosas musulmanas, en el cual se temen nuevos incidentes.La impresión más generalizada es que las medidas tomadas por el sha y el nuevo Gobierno militar, aunque destinadas a aplacar las reivindicaciones de la calle, lejos de lograr ese objetivo, agravan dificultades internas económicas y políticas, y la propia posición del sha. La aceptación de las demandas salariales de los distintos sectores en un momento de crisis económica del país empeora sensiblemente las posibilidades de recuperación y abre el camino a un nuevo aumento de la inflación, cuyo índice antes de los incidentes era superior al 50%.
La detención de importantes personalidades, como el ex primer ministro Hovehida, los ex jefes de la policía política (SAVAK) y varios ex ministros, no ha aportado ninguna credibilidad al nuevo Gobierno o al sha por el contrario, en una sociedad organizada sobre bases tribales, como la iraní, comienza a sustraer a la monarquía el apoyo de quienes corruptos o no se beneficiaron del boom de los últimos años y constituyen un sostén importante para el propio sha.
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