PNV y PSOE preparan acuerdos pro autonomía de Euskadi
El logro de una serie de acuerdos mínimos que hagan posible el inicio de una negociación de lo que puede ser considerado como un «pacto constituyente» o un «Compromiso autonómico» es el objetivo de la reunión que el próximo viernes -en un lugar todavía por determinar- celebrarán PNV y PSOE. La restauración de los conciertos económicos y las juntas generales, el futuro del Consejo General Vasco y el Gobierno vasco en el exilio, así como la democratización de las instituciones forales serán puntos claves en el orden del día de la sesión que va a realizarse a alto nivel entre los máximos dirigentes de cada partido.El PSOE, a través de la intervención de Txiki Benegas en el Club Siglo XXI de Madrid, expuso lo que considera la alternativa política de los socialistas en Euskadi. Una alternativa basada en un «pacto que incluye un compromiso autonómico, un compromiso de reactivación económica y un tercero destinado a lograrla paz en el País Vasco.
De todos ellos, el punto que en este momento interesa más a unos y otros es el primero. A nadie se le oculta que el logro de un estatuto de autonomía con la más amplia participación -si no total- de las fuerzas vascas puede asegurar, en principio, un clima de paz.
Tanto PSOE como PNV tienen ya redactado un borrador de estatuto de autonomía. En ambos casos ha sido elaborado por un equipo de expertos y estudiosos en materia autonómica con la supervisión de los dirigentes de los partidos. En la reunión del viernes no se prevé que se produzca una confrontación de ambos textos, sino más bien el estudio de un método de trabajo, las líneas para la elaboración del texto, los partidos que podrían participar en su redacción, el organismo que debe presentarlo a las Cortes -Consejo General Vasco o Asamblea de Parlamentarios- y un calendario de trabajo.
Ambos partidos han declarado a priori que están dispuestos a aceptar que en la redacción del futuro Estatuto de Autonomía vasco intervenga «el más amplio número de fuerzas». Sin embargo. esta afirmación tiene distinto matiz para socialistas y nacionalistas. Para el PNV puede significar que el Estatuto no se convierta únicamente en un acuerdo consensuado entre ambos partidos, dando entrada en la negociación a las demás fuerzas parlamentarias y a las extraparlamentarias «con reservas».
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