Los sucesos que dieron lugar a la interpelación
El día 8 de julio pasado, Germán Rodríguez, hijo de un conocido médico analista de Pamplona, fallecía a consecuencia de una herida de bala en la cabeza producida durante los enfrentamientos que conmovieron a la capital navarra y que comenzaron al finalizar la corrida de toros.Los hechos se iniciaron una vez concluida la lidia; cuando un grupo de mozos desplegó en el centro de la plaza una pancarta verde en la que se pedía amnistia total y libertad de los presos. La aparición de la misma produjo reacciones contrapuestas entre el público, y mientras unos gritaban Etxera y Presoak Kalera, otros prorrumpieron en gritos de San Fermín, San Fermín.
Un grupo de personas dio gritos condenatorios contra los mozos. Estos, en número de un centenar, subieron al tendido y protagonizaron un enfrentamiento violento con las personas de ideología contraria.
En ese momento hizo su aparición, inesperadamente y por la puerta de salida de las peñas, la Policía Armada, que desde el mismo momento en que pisó la arena empezó a disparar indiscriminadamente botes de humo y pelotas de goma. La plaza se convirtió en una batalla campal, con lanzamiento de botellas y todo tipo de objetos contundentes contra la Policía Armada, y las escenas de histerismo y el apelotonamiento en las puertas de salida fueron importantes y peligrosos. Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden continuaron durante toda la noche.
Tres días después, el 11 de julio, cayó muerto José Ignacio Barandiarán en los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden público, en San Sebastián. En torno a este suceso dieron versiones diferentes el Gobierno Civil y la Consejería del Interior del Consejo General Vasco.
Dos días más tarde, el 13 de julio, fuerzas de la Policía Armada, pertenecientes a una compañía de la Reserva General con sede en Miranda de Ebro, arrasaron establecimientos públicos y portales de viviendas en Rentería (Guipúzcoa). Sobre las dos de la tarde, con las calles prácticamente desiertas y la población atemorizada, piquetes de policías recorrieron a pie las principales calles de la localidad destrozando lo que encontraron a su paso. Los objetos sustraídos en varios establecimientos fueron destrozados más tarde desde vehículos en marcha.
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