Subnormales adultos
A finales del pasado mes de septiembre asistí, en unión de varios matrimonios que tienen hijos subnormales mayores de dieciocho años a una entrevista que nos concedió el entonces director general de Salud Pública. Se le expuso el problema de esos hijos que por tener ya dieciocho años son automáticamente expulsados de los centros estatales en que actualmente se encuentran. Todas esas familias y otras muchas más, cuyos ingresos mensuales oscilan entre 30.000 y 40.000 pesetas contando el sueldo del padre y de la madre, se ven en el caso de elegir entre estas tres soluciones: a) ingresar a sus hijos en centros privados, cuyo precio es de aproximadamente 45.000 pesetas mensuales, dejando al resto de la familia comiendo... piedras, por ejemplo; b) dejar el hijo enfermo en casa, solo y atado como un animal para evitar que pueda darse un golpe; e) pegar un tiro a su hijo, o pegárselo ellos mismos.Preguntado el director general sobre una posible solución, su respuesta fue ésta (con todo el respeto que merecen los lectores de este periódico): «¿Qué c... queréis que yo haga?»
Ha pasado más de un mes. Siguen los responsables sin dar ninguna solución.
Qué se debe hacer, ¿agradecer al director general su «colaboración»?
Desde aquí, quiero pedir, suplicar, gritar a todos los españoles que, en la medida que puedan, ayuden a todos esos padres desesperados con el apoyo que puedan darles.
Y, si es posible, que los responsables de esa Administración, se tomen un poco de interés en este problema.
