Irak y Siria crean un mando militar conjunto

Un alto mando militar conjunto y un comité político común sirio-iraquí será constituido oficialmente en el curso de las próximas semanas para culminar la reconciliación efectiva de Siria e Irak a instigación de sus presidentes Hafed el Assad y Hassan el Bakr. Esta es la decisión más importante de la cumbre celebrada por ambos dirigentes árabes en Bagdad con participación de sus más inmediatos consejeros y los respectivos ministros de Asuntos Exteriores.En la declaración dada a conoce al término de los conciliábulos, los dos Gobiernos expresan su disposición a llevar a cabo la coordinación y cohesión en los dominios militar, económico y político, y en lo inmediato, fortalecer el frente sirio para evitar que éste pueda verse en dificultades en caso de un ataque imprevisto de Israel. Las dos ramas, hasta ahora rivales, del Baas, afirman que procederán a normalizar sus relaciones con el objetivo de consolidar la nación árabe ante la «traición» y la «política capitulacionista» del presidente egipcio Anuar el Sadat. El comité político sirio-iraquí se reunirá antes de que tenga lugar la cumbre árabe propuesta por Irak, en los primeros días de noviembre, con la intención de elaborar una plataforma anti-Sadat susceptible de ser aceptada por los regímenes moderados árabes que han anunciado su presencia en la citada conferencia.

Un frente menos intransigente que el de la «firmeza»

En apariencia, Bagdad y Damasco se otorgan la capacidad de movilizar al resto del mundo árabe en un contexto menos intransigente que el que proclama el llamado Frente de la Firmeza, formado por Argelia, Libia, Siria y Yemen del Sur, aunque rechazan teóricamente toda eventualidad de mantener relaciones con el régimen egipcio mientras éste sea dirigido por Sadat.El presidente sirio Hafed el Assad considera por su parte que la capacidad militar del mundo árabe opuesto a las iniciativas del dirigente egipcio se verá aumentada tras la promesa obtenida por él durante su reciente permanencia en la capital soviética, en el sentido de recibir una mayor asistencia militar. Pero acerca de la naturaleza que tomará ese «fortalecimiento» y en torno a la posibilidad de que Siria obtenga de Moscú armamento de alta sofisticación, sigue existiendo el mayor silencio por parte de las autoridades sirias.

Inesperadamente, los dos mandatarios árabes no se han pronunciado públicamente sobre el envío de tropas iraquíes al frente del Golán, aunque declaran su disponibilidad a fortalecerlo por todos los medios de que disponen los dos países. Irak ha proclamado insistentemente que desea participar de la defensa del frente sirio.