La Europa de "los doce" tema central de la visita de Giscard a Roma

Valery Giscard d'Estaing está desde ayer en Roma, donde ha empezado una serie de coloquios con el presidente de la República, Pertini; el presidente del Gobierno, Andreotti; el ministro de Asuntos Exteriores, Forlani, y los secretarios de los principales partidos políticos. Aunque oficialmente el argumento del premier francés es Europa, en realidad los observadores políticos subrayan que ha venido a Roma con una triple misión: una visita de Estado a Sandro Pertini, otra visita de Estado al papa Wojtyla y una visita de trabajo con Andreotti.Aprovechará también para ser proclamado canónigo de honor en la basílica de San Juan de Letrán, que es la verdadera iglesia del Papa. Según una vieja tradición, después de Enrique IV los jefes de Estado franceses pueden tener este privilegio. Algo semejante existía para Franco en la basílica de Santa María la Mayor, dedicada a la Virgen María.

Por lo que se refiere al contenido político de su visita, al parecer los objetivos de Giscard son también tres: las elecciones del Parlamento Europeo, ya que según algunos observadores teme una constituyente europeísta; la estabilidad de la moneda europea y el papel de las instituciones europeas en una Europa ensanchada de los «doce».

Por lo que se refiere a este último punto, aquí se advierte que el calendario de Giscard es más bien largo para evitar una crisis interna en Francia.

El problema monetario

Pero la prensa pone sobre todo de relieve el escabroso problema monetario. En este campo, dicen algunos comentanaristas, el jefe de Estado francés tiene mucha prisa, porque junto con Schmidt necesita vencer las cautelas italianas «para romper las reservas inglesas que no son como las italianas puramente técnicas», como afirma Corriere della Sera.

Giscard ha hecho la siguiente declaración: «Para poder entrar en el sistema monetario europeo es necesario que los mecanismos de funcionamiento, las medidas de sostén a las economías menos prósperas y las cláusulas del período de régimen transitorio hagan el sistema verdaderamente idóneo.»

Giscard tratará además de que la postura italiana, favorable en un primer momento a la ampliación, pero recelosa después, se concrete en un acuerdo de principio, aunque los observadores políticos no creen que el jefe de Gobierno italiano se pronuncie definitivamente.