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Tribuna:DIARIO DE UN SNOB
Tribuna
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La quincena loca de Alvarez / Vaguada

Lo del alcalde de Madrid, señor Alvarez/Vaguada, es que no es normal. A los cronistas municipales y partidos políticos les tiene en un grito el plan quinquenal que este señor acaba de anunciar como de costadillo, a ver si pasa. A mí me preocupa mucho más la quincena loca de Alvarez /Vaguada.

Lo primero, va, coge, agarra y saca un libro sobre Madrid, con entrevistas y paridas mentales. Ayer tarde tomo el libro y me voy a hojearlo a la plaza de la Villa de París, porque yo amo, sobre todo, las plazas que ya no existen, y sabrán ustedes que ésta la ha quitado sin aviso el Ayuntamiento.

Allí contrasto las fragantes palabras madrileñistas de Alvarez/Vaguada con la realidad/irrealidad de la plaza, una de las más bellas que tuvo Madrid, recoleta y espaciosa a la vez, convertida hoy, por la bondadosa y frenética gestión del señor Alvarez /Vaguada, en campo de soledad, mustio collado, estos, Fabio, ay dolor, que ves ahora.

.En su día, claro, hubo polémica y metesaca sobre esta plaza, con mucho jaleo de precatálogos, partidos políticos, urbanistas, Adelphas, Soutos y cosas, a más de Chuecas, parlamento de papel, tigres de celulosa y punto final de Juan Ramón:

-No toques ya más, que así es la plaza.

Que así es la rosa. Pero Alvarez/Vaguada quiere hacer de la rosa un aparcamiento, un inmueble, yo qué sé. Se ve que Juan Ramón le trae flojo. Hoy, mediados de octubre, en esa zona madrileña invadida ya por la arquitectnra mazinger, la plaza de la Villa de París nos ha sido robada a los madrileños como se roba una alfombra persa de un piso sin persianas. El señor Alvarez/Vaguada tiene sueños ambiciosos y delgaditos de impaciente político que decía que no iba ni venía a hacer política, y por lo mismo se ha desencuerado en el Congreso UCD, como una Sandra Alberti sin carnes, con un discurso centrofranquista que al presidente Suárez no le ha producido lo que se dice un entusiasmo indescriptible.

Samainiano y otoñal, sigo desde la desaparecida plaza de la Villa de París (donde más de una vez columpié mozas de noche, a la salida de Bocaccio y entre sombras de reyes barbudos), sigo desde esta aventada plaza la quincena loca de Alvarez /Vaguada, y me pregunto a dónde va este hombre que en tres días ha presentado un libro, un programa político para salvar España y un plan quinquenal/municipal que supone su alcaldía vitalicia:

-Yo, que no soy un político ni vengo a hacer política...

Así decía cuando llegó, mientras mandaba traer la piedra lírica de Chillida y me invitaba personalmente a pasear por el Viaducto reciclado, supongo qu e para ver si yo me animaba a tirarme desde arriba, dada la tradición literaria y suicida, del Viaducto. Hubiera sido una manera democristiana de librarse de mí.

No era político ni venía a hacer política, pero en su mitin/destape de UCD ha insinuado incluso un liderazgo frente/contra Suárez, según mentideros madrileños, pasajes de San Ginés y escalinatas de San Felipe. Me lo explicaba tío Oscar en la cárcel de Reading, adonde yo había ido a parar por quinqui y él por bujarrón:

-Un tonto jamás se repone de un éxito.

Claro que el señor Alvarez/Vaguada no es precisamente un tonto ni ha tenido otros éxitos de que reponerse que aquellos que le había propiciado previamente UCD para hacer imagen y potenciar a un impotenciable. A mí empezó intercambiándome bolígrafos y otras atenciones. Pero usa demasiada sonrisa de buena persona y uno les tiene así como pavor a las personas oficialmente buenas. Paseando a prima tarde, con Samain, por la inexistente y arruinada plaza, siniestramente vallada y sin banco en que sentarse, dejo que se me caiga de las manos el libro del alcalde autonquinquenal, robador de plazas, y me digo que su ambiciosa ascensión de hombre sin ambiciones no va a pararla Tierno ni Tamames, que ya se están echando la embrocación municipal. Va a pararla, sencillamente, Suárez.

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