Mauricio Martínez Cuéllar,
niño colombiano de siete años, negoció su libertad con los miembros de una banda de delincuentes que le, habían secuestrado para obtener dinero de su familia. El niño, enfermo de hepatitis, convenció a los secuestradores de que sus padres no tenían dinero, ,ya que «debían trabajar duro para darle estudios».
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