Comienza a debatirse la reestructuración comercial de Madrid
La reestructuración de la situación comercial madrileña, unida al deseo de abandonar el minifundismo y a la exigencia de una política coherente del Ayuntamiento con respecto a los mercados, serán los principales temas que representantes de la Coordinadora de Comerciantes tratarán, en la mañana de hoy, con miembros del instituto para la Reforma de las Estructuras Comerciales (Iresco), delegados del Ayuntamiento y miembros de la Cámara de Comercio y Gobierno Civil.
«Con la situación actual de progresivo minifundio lo único que se logra es que los precios suban para que el pequeño comerciante gane una cantidad de dinero determinada. Esto hace que los grandes comercios como los Hiper, los Jumbos y otros consigan un mayor número de clientes al tener un gasto menor en los artículos y una mayor venta, lo que supone una desventaja total para el pequeño comercio, agravada por el coste de los intermediarios que los grandes centros no tienen», manifestó Maravillas Márquez, presidente de la Asociación de Comerciantes del Suroeste madrileño, una de las asociaciones integradas en la coordinadora, «que agrupa un 90% de todo el comercio madrileño».Esta situación, según el señor Márquez, está potenciada por parte del Ayuntamiento por la implantación de mercados tradicionales, «ya que, a pesar de que se agrupa a muchos comerciantes, éstos tienen comercios que podríamos calificar de cajitas de cerillas, lo cual produce que la capacidad de compra no varíe al tener una pequeña superficie; a esto se uniría el problema del concesionario municipal».
Como solución a todos estos problemas, la coordinadora decidió presentar a la Administración unos puntos básicos «en los que se encamina la estructura comercial a la globalización de compras del pequeño comerciante en centros medios y en régimen de cooperativa, de tal forma que puedan ir, como los grandes comercios, a comprar los artículos al punto de origen. Así se podría crear una competencia leal». La actitud del Ayuntamiento, calificada como pasiva por los comerciantes, es lo que ha motivado principalmente esta reunión. «Queremos exigir al Iresco que presione al Ayuntamiento para que haga una política coherente.»
Según manifestó Maravillas Márquez, las atribuciones dadas por el Ministerio de Comercio y Turismo al Iresco, aparecidas el pasado día 11 de agosto en el BOE, faculta a este organismo para intervenir activamente en la reestructuración pedida. «Tenemos fe en la normativa que el. Iresco está elaborando y que, según nos han informado, saldrá a finales de noviembre, aunque el comercio sólo haya participado en ella a nivel de información y no de elaboración.»
Uno de los puntos que podría paralizar esta reforma -el económico -«parece superado por los 50.000 millones de pesetas de ayuda al comercio. Hasta ahora se daba un 20% del presupuesto a fondo perdido cuando aprobaban el acondicionamiento de un pequeño comercio; eso era ampliar u n poco más la vida de un comerciante, pero no daba operatividad ninguna». Según parece, la ayuda se canalizará ahora de distinta forma. «El Iresco podría pagar con arreglo a cada estudio de centro que se le presente una parte del interés del crédito que se pidiera para la construcción o acondicionamiento de un centro. Pretendemos un cambio total en el que los locales de carácter medio creados por sociedades de comerciantes y llevados por una cooperativa puedan hacer frente a la situación actual; el comerciante está dispuesto a la transformación. Una idea ya estudiada consistiría en el aprovechamiento de los actuales mercados para instalación de economatos que ocuparan la mayor parte de la superficie, a los que se añadirían diversos establecimientos especializados. De hecho, en los mercados se están creando asociaciones que de aquí a seis meses se van a plantear en profundidad la reforma del mercado en el que trabajan.»
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