Inaugurada en París la Feria Internacional de Arte Contemporáneo

Desde hace cinco años tiene lugar en París, al igual que en otras ciudades como Bâle, Colonia o Düsselforf, una Feria Internacíonal de Arte Contemporáneo (FIAC), que este año reunirá a casi 130 expositores, procedentes de catorce países, en los diez mil, metros cuadrados del magnífico, espacio del Grand Palais.El comité de selección de la FIAC -inaugurada ayer por el ministro francés de Cultura y Comunicación, Jean Philippe Lecat, y visitada hoy por el alcalde de la ciudad, Jacques Chirac-, presidido por Daniel Gervis, se ha basado, una vez más, en un criterio de calidad, intentando poner de relieve el carácter internacional de la Feria, sin olvidar su terreno específico, que es el mercado del arte. No puede ni debe olvidarse que la muestra es un lugar donde el arte se muestra, pero también, y podríamos decir sobre todo, se compra y se vende.

Aunque este «mercado de calidad» no se ha volcado nunca en sus anteriores ediciones hacia lo que se define como las tendencias más actuales del arte siempre les ha concedido un espacio, más o menos grande, a veces bastante desorganizado como el del año pasado, donde los artistas que todavía no tienen una cotización «válida» en la bolsa del arte, podían exponer sus obúas e incluso «contestar» la organización de «este comercio», como Fred Forest con su Manifiesto de la pintura al metro lineal, creador de la Sociedad Inmobiliaria del M2 Artístico u Orlan, vendiendo en la FIAC 1977, al precio de cinco francos, «Un, verdadero beso de artista».

Sin embargo, este año parece que la tendencia de los organizadores, que ya se empezó a manifestar el año pasado, es reducir estos espacios, dando preferencia sobre todo a los valores consagradísimos, tanto en las exposiciones de grupo como en los one man shows o exposiciones individuales, donde se tendrá ocasión de ver junto a los infalibles Leger, Picasso, Klee, Miró (tan presente este año en París debido a las dos exposiciones que el Centro Cultural G. Pompidou le ha dedicado y al espectáculo teatral de la Claca, Mori el Merna), Renoir, Chagall, Dalí, etcétera, una retrospectiva de Germaine Richier (1904/59) en la Galería Beaubourg I, otra de César (C.Creuzevault), un homenaje a Max Ernst (J. Krugier), Kitaj (en la Marlborough, que el año pasado fue una de las atracciones de la feria presentando a A. López García), la obra del pintor mexicano J. Soriano, las esculturas de Alicia Penalba, de Orellana (Juana Mordó), de Alfonso Fraile (Theo).

La máxima atracción de la muestra parece ser las siete galerías japonesas que presentarán una panorámica del arte japonés, en exposiciones colectivas o personales, con obras de Takeo Yamaguchi (Minami Gallery), Yae Asano (galería Valeur), Chan Kin Chung (Art Yomiuri), Kazuo Yagui (Kasahara) y muchos otros que servirán de complemento a la magnífica muestra de arte japonés.