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Portugal inicia las conversaciones y para su adhesión a la CEE

El acto político que marca el inicio de negociaciones para el ingreso de Portugal en el Mercado Común se celebró en Luxemburgo a nivel de ministros de Asuntos Exteriores. Las negociaciones propiamente técnicas comenzarán a primeros del próximo año. Se calcula que la entrada de Portugal será paralela a la de España. Enero de 1982 es la fecha más rumoreada entre los expertos, a pesar del silencio oficial de rigor sobre el calendario.«Hay que restablecer. con, urgencia la estabilidad económica y monetaria en Portugal y reducir el déficit de balanza de pagos», dijo el presidente en funciones del Consejo de la CEE, el ministro de Estado de la República Federal de Alemania, Klaus Von Dohnanyi, en su discurso de apertura. «Portugal aplica un plan muy estricto de estabilización», respondió, también en su discurso, Carlos Correia Gago, ministro portugués de Asuntos Exteriores.

Ambas alusiones a la crítica situación económica portuguesa, al margen del protocolo habitual de «satisfacción común por la candidatura de Portugal», centran el núcleo del problema que plantea el proyecto de adhesión de Portugal al Mercado Común. ¿Cómo soportar el esfuerzo financiero común, destinado a reducir el enorme desequilibrio que existe hoy entre Portugal y la CEE?

Una serie de «acciones conjuntas» previas a la adhesión y un período transitorio amplio -después de la firma de los tratados y su entrada en vigor- deberían contribuir a corregir el desfase económico actual, según apuntó Roy Jenkins, presidente de la Comisión Europea.

Correia Gago señaló que Portugal no sufrirá demasiados sobresaltos para aplicar las reglas de los tratados comunitarios, ni para respetar los mecanismos comunes de mercados (unión aduanera, relaciones exteriores, etcétera). Otra cosa será la adaptación a las reglas comunitarias de la política agrícola portuguesa o de lograr el respeto de libre circulación de personas (emigrantes), bienes y capitales entre el futuro miembro y la Comunidad.

«La adhesión constituye para Portugal una garantía de apoyo a la consolidación de las instituciones democráticas», añadió el ministro

En relación con España, el Consejo discutió brevemente en su capítulo de relaciones exteriores los temas de la siderurgia y la pesca. Para el primero se anuncian contactos bilaterales, a fin de concretar el contingente de ventas españolas hacia la CEE para 1979 En el segundo, la polémica de la pesca, los británicos no aflojaron marras y mantuvieron sus reserva a la firma de acuerdos-marco con países terceros (España, entre ellos) si antes no se define una política común de la pesca, a la «medida» de los intereses británicos.

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