Ruiz-Giménez: "El nuevo Papa ha entendido el sentido económicamente igualitario del socialismo polaco"
«Si ha criticado el sistema político polaco, sé que el nuevo Papa ha sido tal vez el obispo que mejor ha entendido el sentido igualitario de los cambios económicos ocurridos en su país», dijo Joaquín Ruiz-Giménez, presidente de [a sección española de Justicia y Paz, a EL PAIS tan pronto se conoció el nombramiento de Juan Pablo II, hasta ayer arzobispo de Cracovia. «Su país -continuó el señor Ruiz-Giménez- ha vivido graves problemas, primero con los nazis, luego con la guerra y más tarde con Rusia. El ha pedido libertades políticas públicas, pero, en cambio, ha entendido siempre que el socialismo ha realizado profundas mejoras que han redundado en la mejor situación de un pueblo tradicionalmente pobre. Especialmente de los sectores más atrasados. Me parece, pues -siguió diciendo-, y le conozco bastante bien, que es este un nombramiento esperanzador.»De monseñor Wojtyla, al que visitó en Polonia en 1973 y con el que coincidió numerosas veces en Roma, en el concilio de los Seglares, al que ambos pertenecían, el obispo de Cracovia en su papel de consultor dijo además: «Para mí ha sido una alegría el que el cardenal Karol Wojtyla haya sido elegido Papa, primero, porque el hecho de la elección de un pontífice no romano, y especialmente oriental, es decir, de un sistema distinto del capitalista occidental, es un signo de catolicidad, de ecumenismo. Además, yo, que le he conocido en el seno del Consejo de los Seglares, recuerdo sus intervenciones de gran apertura y lucidez como las más agudas, las más espirituales y también las más humanas. Creo que los seglares nos entendimos con él, y eso es muy importante, puede.serlo para el futuro de la Iglesia. Además -sigue el señor Ruiz-Giménez- no sólo por su origen sencillo y humilde creo que se volcará a la resolución de los problemas humanos, de la justicia entre los hombres. De siempre, quizá por su experiencia en Polonia, el cardenal Wojtyla se ha sentido llamado por ellos vocacionalmente.»
De su personalidad dijo: «Me pareció siempre un hombre extraordinariamente inteligente, con un auténtico don de lenguas -las habla casi todas-, plenamente abierto al diálogo. Además es un hombre culto: conoce bien, por ejemplo, la mística, incluso la española. Hablamos muchas veces de Teresa de Jesús y de Juan de la Cruz. Si me apretaran -siguió diciendo-, yo diría que goza más de la condición de Juan que de la de Pablo.»
«No es un obispo de la curia -dijo ante una pregunta de EL PAIS-, pero creo que ha mantenido buenas relaciones con ella. Su nombramiento supongo que no habrá sido tan sencillo como parece, lo sabremos en pocos días, porque nunca hay secretos, ni los mejor guardados. Tal vez no habían obtenido los obispos italianos la suficiente mayoría de votos, y por eso los cardenales han tenido que ir a buscarle fuera. Insisto, de todos modos, en que este nombramiento sorprendente es muy positivo: Dios quiera que no le siente mal el cambio de clima. Del frío de Cracovia al calor de Roma.
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