El cardenal Siri, cuatro veces "papable"
Horas antes de comenzar el cónclave se dicen y publican las cosas más contradictorias. Por ejemplo, que es posible que el Papa sea elegido incluso el domingo. Otros afirman que será uno de los cónclaves más polémicos y largos de este siglo. Hay quien asegura que el sucesor del papa Luciani tendrá que ser por fuerza un hombre «lo más semejante a él», y se da como candidato seguro al arzobispo de Nápoles, cardenal Ursi, el cual declaró ayer en una entrevista a Il Mattino di Napoles que el próximo Papa «tendrá que sufrir mucho», que en su pontificado se librará la batalla entre «materialismo y humanismo».La gran batalla será «Siri, sí o Siri, no». ¿Vencerá esta vez el delfín de Pío XII? No existen dudas de que este «paladín de la ortodoxia, de la disciplina y de la intransigencia, es hoy el candidato de la curia». Si no bastaban los votos que obtuvo en el último cónclave y todos los datos recogidos por la prensa mundial en estos días, confirmó ayer esta candidatura L'Obsservatore Romano, con un artículo del cardenal Siri con motivo del XX aniversario de la muerte de Pío XII.
En ese artículo el cardenal Siri hace casi un programa de gobierno, recordando a Pío XII. Dice que Pacelli «sin olvidarse de su misión pastoral de cada día (es cómo decir que fue un pastor) preparó doctrinalmente los tiempos nuevos». Y añade que Pío XII supo «atacar con perfecta claridad teológica los errores más fundamentales». Da también a entender que Pío XII preparó el Concilio ya que «los escritos de Pío XII fueron una de las grandes fuentes de inspiración del Vaticano II». Y para quienes piensan que sólo un Papa «sonriente» y «sin cultura» puede arrastrar a las masas, Siri recuerda en este artículo que Pío XII fue «un hombre que con su sola presencia conmovía a las muchedumbres».
Es posible, sin embargo, que Siri no consiga llegar tampoco en este cónclave que es el cuarto de su historia, siempre como papable, a sucesor de Pedro, porque incluso en la curia algunos tienen miedo de su severidad. El teólogo romano Gianni Genari, del ala progresista, declaró ayer que si Siri fuera elegido Papa esto constituiría una verdadera «desgracia» para la Iglesia y que miles de sacerdotes en todo el mundo abandonarían su ministerio.
Pero hoy no existe la más pequeña duda que Siri, por lo menos, «condicionará fuertemente este cónclave». Sus electores podrían inclinarse por otro candidato curial «no montiniano». Se habla mucho en las últimas horas de Pericle Felici, el famoso jurista romano, jovial, muy amigo de ciertos ambientes españoles, pero que nunca estuvo en una diócesis. Es menos rígido que Siri, pero de la vieja escuela curial.
A este grupo Siri-Felici pertenecen todos los cardenales que consideran que en la Iglesia, después del Concilio, es necesario poner orden, disciplina, claridad doctrinal y, sobre todo, un freno al diálogo de los cristianos con los marxistas.
El otro grupo, el que desearía una Iglesia más abierta, más avanzada que el mismo Concilio, en diálogo con el mundo, que ayude a todos los hombres de buena voluntad a dar respuestas válidas a los graves problemas que plantea a todos la nueva era atómica, es prácticamente inexistente.
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