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Geraldine Chaplin, premio de interpretación femenina del Festival de París

Ángel S. Harguindey

Geraldine Chaplin obtuvo el premio de interpretación femenina en el Festival de Cine de París, que se clausuró el pasado jueves, por su papel en la película Remember my name, de Allan Rudolph. Nino Manfredi obtuvo el de interpetación masculina, por su labor en En nombre del Papa rey. Estos dos premios, más el Gran Premio del Festival, concedido a Blue collar, de Paul Shrader, fueron otorgados por un jurado popular integrado por cien espectadores del certamen, seleccionados tras una minuciosa encuesta en la que se utilizó un ordenador electrónico para la selección de los miembros del mismo. Chantal Akerman, realizadora belga, consiguió el premio a la mejor dirección por su película Les rendez-vous d'Anna.

Mercado de Diego de León. Una mañana cualquiera. Dos mujeres que hacen la compra del día observan a una joven que hace lo mismo que ellas, al fin y al cabo son del mismo barrio.«Mírala, mujer, mírala..., esa de ahí, esa es la hija de el gordo y el flaco.» Naturalmente, era Geraldine Chaplin, hija de Charlie Chaplin y Oona 0'Neill, nieta del dramaturgo Eugene O'Neill, actriz de cine, lectora contumaz, bailarina, cuidadora de elefantes en su primera juventud y centro de miradas ajenas desde su más tierna infancia. Desde hace años, Geraldine lucha por imponerse a la imagen de «hija de papá»; desde hace años trata de demostrar que su trabajo de actriz no es un capricho, sino una profesión conscientemente asumida y cotidianamente mejorada.

«Es el primer premio importante que me dan en mi vida -declaraba a EL PAÍS-. Bueno, hace muchos años me dieron un premio los de Fotogramas, por Pippermint Frappé y en el Festival de Cine de Terror de Sitges me dieron otro por una película y una interpretación que no eran de terror.»

Geraldine Chaplin, 34 años, 35 películas, una carrera profesional que comenzó casi por casualidad en París, que se ratificó básicamente en España y que, en la actualidad, se lanza y potencia desde Los Angeles (Estados Unidos), epicentro mundial de la industria cinematográfica.

«El papel por el que me dieron el premio de París es muy antipático, y la verdad es que no me esperaba la recompensa. En Remember my name (Recuerda mi nombre) soy la ex mujer de Anthony Perkins, que sale de la cárcel después de cumplir una condena de doce años por haber matado a la amante de mi marido. Nunca queda muy claro si la maté premeditadamente o por accidente de tráfico. Yo, naturalmente, niego el conocimiento del dato de que aquella mujer era la amante de mi marido. Durante mis años en la cárcel, se ha vuelto a casar, se ha cambiado de ciudad, de trabajo, de apariencia, pero yo le persigo y le encuentro. Me dedico a hacerle la vida imposible, anónimamente. Le destrozo su jardín, le llamo por teléfono de madrugada, le rompo los cristales de su casa cuando está haciendo el amor con su nueva mujer, hasta que consigo llevarlo a mi piso, completamente borracho, derrotado. El ha perdido su trabajo, se ha enfadado con su nueva mujer hasta el punto de que se separan, le destrozo su vida: totalmente. En las últimas escenas le domino de manera absoluta. Borracho, fracasado y en mi poder, hago el amor con él y me marcho, dejándolo encerrado en mi casa. Es mi triunfo definitivo. El papel, además, tiene unas características especiales y muy raras para los papeles tradicionales de la mujer en el cine: soy tremendamente dura, mato a un hombre en una pelea y siempre utilizando las artes más bajas. En realidad me comporto como un "macho" tradicional, es un papel de "antiheroína" por excelencia. Por todo ello pensaba que nunca me darían un premio, pero la verdad es que me lo concedieron cien espectadores seleccionados de una manera muy rigurosa, y por unanimidad.»

El premio, una especie de huevo dorado que al abrirse por la mitad permite ver un trozo de celuloide y un símbolo de París, pesa diecisiete kilos y es, después del Oscar, el premio más pesado de la cinematografía mundial. «Estuve a punto de dejarlo en la habitación del hotel, porque era mi salud contra el transporte del premio.»

La película premiada, Remember my name, es el segundo largometraje de Allan Rudolph (Welcome to L.A. fue el primero), y que en la actualidad prepara una película sobre los americanos en el París de los años veinte. Hasta la fecha, todas sus películas han sido producidas por Robert Altman, cuyo filme Una boda, en el que también interviene Geraldine Chaplin, clausuró el certamen de París.

Por su parte, la actriz comenzará en breve una nueva película de José Luis Borau, La Sabina, con Harriet Anderson y Angela Molina. Tras ella rodará de nuevo con Carlos Saura Mamá cumple cien años, octava película de la pareja desde Pippermint Frappé. Después, será con el chileno afincado en México Miguel Littin, en una nueva película, con guión del realizador y de Gabriel García Márquez. La viuda de Montiel es el título. Tras el rodaje de Littin, la espera James Ivory y un largo etcétera demostrativo de que la carrera profesional de la galardonada dista mucho de ser un capricho momentáneo. «Me parece un premio justísimo -declaró a EL PAÍS Carlos Saura-. Lo que siempre me pareció extraño es que no le hubieran dado ningún premio en Cannes, porque la verdad es que es una estupenda actriz. En España no le dieron premios, y eso me parece normal en el país en que vivimos, porque, curiosamente, aquí nunca se la ha considerado una actriz española pese a que su carrera, o una parte importante de la misma, la realizó en España.»

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