Desaparece el principal encartado en la matanza de la plaza Fontana, de Milán
El neofascista Franco Freda, acusado número uno en el juicio de Catanzaro, en Calabria, por la matanza de plaza Fontana, de Milán, donde murieron dieciséis personas cuando explosionó en 1969 una bomba en el Banco de Agricultura, ha desaparecido misteriosamente cuando estaba llegando a su conclusión un juicio que dura más de nueve años y que constituye una de las páginas más negras de la justicia italiana.
Parece ser que Freda desapareció del hotel de Catanzaro donde se alojaba, la mañana del domingo pasado. Después de cuatro años de cárcel, los jueces le habían concedido, según la ley, la libertad provisional con domicilio obligado. Estaba obligado a vivir en la ciudad de Catanzaro, donde se está realizando el proceso.Hasta ahora, Freda, que se ha declarado siempre inocente y al que los jueces habían llegado a la conclusión de que sería condenado a cadena perpetua como primer responsable de los muertos de Milán, no se había movido de su puesto. Tenía una escolta de tres agentes no para controlarlo, pues esto lo prohíbe la ley, sino para defenderlo. Freda podía incluso cambiar de domicilio sin avisar a los jueces.
La noticia, que ha creado tensión en todo el país, la dio la compañera con la que vivía: Rita Cardone. Al parecer, Freda salió de casa incluso sin chaqueta y dejando todos sus objetos personales y no volvió. Esto hizo pensar en tres hipótesis: una fuga, un secuestro o un suicidio. A la hora de escribir esta crónica, la policía aún no tiene ninguna noticia.
Los observadores dan mucho relieve a la coincidencia de esta desaparición con la redada en Milán de importantes cuadros de las Brigadas Rojas. El proceso de Catanzaro, que tiene una triste historia, estaba para dar un poco de esperanza a la opinión pública. En efecto, después del gran error de haber atribuido durante años la matanza de Milán a los anarquistas y de haber acusado al libertario Valpreda de ser el culpable de la colocación de las bombas, la justicia -con la ayuda de la prensa- logró descubrir que la operación había sido realizada por fascistas y que Valpreda había sido sólo una cabeza de turco.
En Catanzaro se estaba preparando una sentencia durísima contra el grupo neofascista de Venecia, del cual Freda era el responsable principal. El hecho de que precisamente él haya desaparecido abre de nuevo graves interrogantes y causa indignación en amplios círculos de opinión.
Mientras la policía resulta de nuevo derrotada, el general Dalla Chiesa sigue recogiendo nuevos triunfos en su lucha en Milán contra las Brigadas Rojas. Aunque sin confirmación oficial, parece cierto que los carabineros, a las órdenes del general, han encontrado nada menos que 150 folios que contienen todo el interrogatorio hecho por las Brigadas Rojas a Aldo Moro durante su prisión, con las respectivas cintas magnetofónicas.
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