"Los problemas de medio ambiente deben contemplarse de una manera global"
«En España los problemas del medio ambiente comienzan a contemplarse de una manera global y éste ya es un paso importante en un país con una industrialización antigua en el que se han cometido errores de contaminación porque no ha existido conciencia de esta contaminación.»
Así ve la situación medioambiental española actual Michel Carpentier, director general de Medio Ambiente y Calidad de la Vida de la Comunidad Económica Europea, que está estudiando durante estos días en Madrid los problemas y las políticas de medio ambiente españolas con vistas a integrarlas en la política global de la CEE.El programa del señor Carpentier se extiende también a Grecia y Portugal. «Estamos manteniendo conversaciones exploratorias, intercambiando estudios y puntos de vista con los tres países que se encuentran en negociaciones con la Comunidad Europea. » El delegado de la CEE se reunió ayer con una comisión interministerial integrada por altos cargos de los departamentos a los que afectan estas cuestiones.
El punto básico de referencia de la política del medio ambiente española que está estudiando el señor Carpentier se refiere al proyecto de ley de Medio Ambiente, preparado por la Dirección General de Medio Ambiente con la colaboración de colegios profesionales, asociaciones de ecologistas y sugerencias ciudadanas... En este proyecto se recogen importantes novedades como, por ejemplo, el informe previo de las consecuencias que podrían derivarse de la instalación de una industria y los controles previos y durante el servicio de la instalación de tales industrias.
«España tiene la ventaja de que puede aprovecharse de las experiencias de otros países europeos, pero quizás tiene un problema mucho más grave, el de las consecuencias que se han derivado y que se derivarán del desarrollo del turismo, con toda la secuela de residuos y contaminación que produce. »
Para el director general de Medio Ambiente de la CEE el problema del turismo en España es más grave incluso que el de las grandes concentraciones urbanas, en cuanto a las consecuencias contaminantes que se reflejarán en el medio de vida. El señor Carpentier cree que en España puede aplicarse una política parecida a la practicada en los países de la CEE respecto a potenciar los núcleos rurales para reducir las grandes concentraciones urbanas creando, sobre todo en el medio rural, puntos de atracción (trabajo) para la población joven. En los países de la CEE no aumenta o disminuye la población de las grandes ciudades, pero aumenta, sin embargo, la población en las concentraciones demás de 10.000 habitantes.
En la CEE existen ya cerca de cuarenta textos normativos y directrices en materia de medio ambiente. Estas normas, elaboradas conjuntamente por los países miembros, se refieren principalmente a la contaminación atmosférica, a la contaminación de las aguas y a los residuos. «El tema del agua -dice el delegado de la CEE- nos preocupa mucho. Prueba de ello es que las normas se han subdividido en diversos niveles (agua potable, agua de riego y, por supuesto, la contaminación del mar).»
El señor Carpentier cree que la adhesión de España a la CEE, lo cual supondrá la aceptación de España de estas cuarenta normas y de las que se promuevan en el futuro, determinará unas soluciones concretas para la contaminación ambiental que, a su vez configurará las líneas del desarrollo industrial. «Esta política de transición durará de diez a quince años.»
Residuos nucleares
Sobre el tema nuclear, princip almente sobre el problema de los residuos nucleares, el directo general de Medio Ambiente de la CEE ha declarado que la Comunidad Económica Europea está en favor del desarrollo de la energía nuclear, pero tomando múltiples precauciones en lo que concierne a la seguridad del ambiente y, fundamentalmente, de la población. La CEE tiene un gran programa previsto en materia de seguridad y utilización de residuos nucleares.
«La CEE, sin embargo como ha señalado el señor Carpentier-, no toma parte en los asuntos particulares de los Gobiernos de los países miembros en relación con la política nuclear.» Por ejemplo, no se inmiscuye en las protestas contra los proyectos de centrales nucleares (caso alemán) o en la posibilidad de plantear referéndums locales sobre la instalación de centros de energía nuclear, como parece que es el caso de algunas localidades francesas.
La Comisión de Medio Ambiente de la Comunidad Económica Europea está tarnbién en contacto con los movimientos ecologistas de los países miembros a través de una oficina especializada. Para Michel Carpentier la integración de estos movimientos en las tareas de su departamento es fundamental porque «los ecologistas son fruto de una reacción contra los inconvenientes del desarrollo técnico y ofrecen como respuesta una búsqueda del desarrollo personal integral en consonancia con la naturaleza».
La filosofía del medio ambiente se basa para Michel Carpentier no en la lucha contra la polución, sino en evitar esa polución. «Por eso damos tanta importancia a los estudios preventivos y al papel que la tecnología puede deseni peñar en la aplicación de estos estudios.» Entre los estudios pre ventivos destacan los llamados «estudios de impacto», sistema nacido en Estados Unidos en los años sesenta, que impone a quie nes van a decidir la implantación de un complejo industrial la presentación, antes de iniciar la inversión, de una información so bre las consecuencias sociales y ambientales de ese programa.
Este sistema de los «estudios de impacto» se ha adoptado; ya en algunos países de la CEE como Francia, Holanda y la República Federal de Alemania. La Comunidad Europea está preparando una normativa por la que se exigirá a los países miembros la implantación obligatoria de este sistema. De momento, estos informes previos los hace la empresa pero está previsto incorporar a la toma de decisión de la instalación de una industria las opiniones de asociaciones y las de los propios ciudadanos, por medio de encuestas científicas de opinion.
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