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Cincuenta aniversario de la fundación del Opus

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Ayer se cumplieron cicuenta años de la fundación por José María Escrivá de Balaguer de la Asociación Católica Internacional, Opus Dei, a la que están adscritos en la actualidad unos 80.000 socios de ochenta países.Desde 1928, año de la fundación, hasta el 26 de junio de 1975, fecha en que falleció en Roma el fundador, la obra se mantuvo dirigida por la fuerte personalidad de monseñor Escrivá, cuya obra espiritual Camino sirvió de guía a varias generaciones de militantes.

El día 15 de septiembre de 1975 fue elegido por unanimidad como sucesor de monseñor Escrivá en la presidencia de la obra, don Alvaro del Portillo, colaborador directo del fundador durante cuarenta años. «En estos cincuenta años de historia -ha dicho Alvaro del Portillo recientemente a La Vanguardia- el Opus Dei ha conocido ciertamente dificultades (forman parte de la vida humana), pero ha crecido y se ha desarrollado prodigiosamente y continúa extendiéndose.»

«Nos equivocamos -añade el padre Portillo- si al contemplar este actual desarrollo por todo el mundo, con su inmensa variedad de iniciativas apostólicas, pensáramos que es fruto de una estrategia hábilmente programada o de complicados y acertados análisis sobre las circunstancias históricas o sobre las necesidades espirituales del mundo del siglo XX.»

A partir de los años cincuenta, tras su definitivo reconocimiento por Roma, el Opus Dei comenzó a desarrollarse fundamentalmente entre las elites sociales, en organizaciones separadas de hombres y mujeres.

Aunque la obra prescinde estatutariamente de intenciones y filiaciones políticas, miembros de la organización llegaron a constituirse en un verdadero grupo de presión a partir de 1956 en España, a raíz de la puesta en práctica de un vasto programa económico de desarrollo. Destacados miembros del Opus Dei accedieron a carteras ministeriales, inaugurando de esa manera los años desarrollistas o de la tecnocracia. En la actualidad, por lo menos sesenta parlamentarios de las primeras Cortes democráticas, son miembros o colaboradores del Opus Dei.

La influencia de la obra opera fundamentalmente entre los catedráticos de universidad, hombres de negocios, intelectuales, artistas, escritores y especialidades técnicas.

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