_
_
_
_

Sometida a referéndum popular la construcción de una central nuclear en Andenne

Unos 20.000 electores, de los municipios belgas de Andenne y Ohey, serán invitados a pronunciarse el próximo domingo, por referéndum, a favor o en contra de la construcción de una central nuclear en su territorio. Es la primera vez en Bélgica que se consulta a la población antes de decidir la implantación de una nueva unidad nuclear. Sin embargo, a pesar que todos los sondeos dan una amplia victoria a favor del «no», el Gobierno, por vía de su ministro del Interior, recuerda que se tratará de un opinión consultiva que no condicionará la decisión final de construir o no la polémica central.

Situada a unos setenta kilómetros de Bruselas y cerca de la ciudad de Namur (en la zona valona belga), la pequeña ciudad de Andenne vive hoy a todos los niveles la batalla dialéctica entre Promotores del nuclear y ecologistas. Batalla desproporcionada, ya que mientras Intercom, sociedad promotora, dedicó más de diez millones de francos belgas (veinticuatro millones de pesetas) a la campaña propugnando la abstención -que equivale a confirmar la voluntad de crear la central- los movimientos ecologistas y el propio consejo municipal de la ciudad destinaron unos 500.000 francos belgas (1.200.000 pesetas) en su campaña contra el proyecto.Claude Eerdekens, alcalde de Andenne (socialista), encabeza la campaña contra la central nuclear. Por varias razones, porque Andenne se encuentra a sólo veinte kilómetros de Tihange -donde hay dos unidades nucleares que han originado accidentes leves de contaminación radiactiva estos últimos meses-, porque el proyecto supone la destrucción de una amplia zona verde, porque, en definitiva, Bélgica cuenta ya con el 25% de energía eléctrica de origen nuclear (contra 8,2% en Estados Unidos, 10% en Francia, 7,3% en la RF de Alemania) y las previsiones para 1985 son de cubrir la mitad del consumo eléctrico con el átomo, lo que representa una de las proyecciones más altas del mundo.

El consejo pastoral apoya los defensores del «no». Las críticas van orientadas a la falta de proyectos para investigar y aplicar otras formas de energía y al coste de 25.000 a 30.000 millones de francos belgas (unos 70.000 millones de pesetas) que podrían destinarse a crear nuevos puestos de trabajo en esta zona de la Valonia.

El Gobierno se reserva la última palabra

Los responsables de Intercom defienden su proyecto con el reparto masivo de folletos explicativos que demuestran los aspectos positivos de la energía nuclear y los beneficios económicos que representará para la región. Consideran que, de todas formas, su decisión final de construir la nueva central en Andenne no es definitiva. Serán los organismos públicos nacionales -el Parlamento y el Gobierno- quienes definan en última-instancia la validez del proyecto. No cuentan las opiniones locales para un programa energético que beneficia, según Intercom, el conjunto de la sociedad belga. «Sólo si se supera el porcentaje de un 65% de votos en contra podría reconsiderarse el proyecto», según los promotores.Conscientes de la necesidad de un «no» masivo, el consejo municipal y los ecologistas invitan a toda la población a expresar su opinión. Incluso se han repartido folletos y boletines de voto en lenguas extranjeras, para conocer la opinión de los emigrantes. Lo que no deja de resultar curioso, al ser la primera vez que se deja opinar al emigrante.

El alcalde Eerdekens espera un 80% de votos en contra. Los responsables del Front Anti-Nuclear opinan que más del 70% de votos en contra será un éxito, entre sesenta y setenta un fracaso y alrededor del 50% un Verdadero fracaso. El referéndum no está legalizado en la Constitución belga. Sólo el voto electoral, legislativo o municipal, es obligatorio. El Gobierno, en este caso, adopta una táctica de respetar la libertad de expresión democrática, de sus ciudadanos, pero se reserva la última palabra. De lo contrario, ¿cómo evitar que si mañana los andennenses dicen «no», en el futuro no sean otros municipios los que se pronuncien también contra la extensión de la energía nuclear?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_