Argel considera inminente la visita del presidente Adolfo Suárez

Mientras en los medios oficiales argelinos se considera inminente el viaje a Argel del presidente del Gobierno español Adolfo Suárez -según algunos antes del 15 de octubre-, el Ministerio español de Asuntos Exteriores manifestaba ayer a EL PAIS no tener noticia de que hubiese sido fijada fecha al viaje y reiteraba que aunque éste ya está previsto, no tendrá lugar en ningún caso antes de que sean liberados los pescadores españoles retenidos por el Polisario.

En fuentes solventes se indicaba que el rey Juan Carlos viajará a Marruecos para devolver la visita que efectuó a Madrid a fines de enero el rey Hassan II. El viaje real, que al parecer tampoco tiene fecha fija, será posterior al del jefe del Gobierno a Argelia.Al término de su cuarto Congreso, el Frente Polisario decidió ayer prolongar indefinidamente el alto el fuego en Mauritania, dictando las tres condiciones que estima necesarias para normalizar sus relaciones con el régimen de Nuakchott. El movimiento independentista, a cuyo frente fueron reelegidos Mohamed Abdelaziz y Bachir Mustafá Sayed, adoptó un manifiesto político en el que subraya que toda solución del conflicto debe estar basada en el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.

Las condiciones expuestas por el Polisarlo para que Mauritanla revise lo que califica de «política de alta traición del antiguo régimen de Uld Dadah» son el reconocimiento de la soberanía e integridad territorial de la «República Arabe Saharaui».Ia retirada de las fuerzas militares mauritanas y la restitución de la parte del Sahara occidental ocupada tras los acuerdos de Madrid firmados en noviembre de 1975.

Con respecto a las diversas iniciativas de paz en curso, el Polisario reitera su oposición a aquellas que no tengan en cuenta la «realidad del pueblo saharaui» y menciona a la Organización de las Naciones Unidas como el marco adecuado para la búsqueda de una solución global al conflicto.

El congreso saharaui puso de manifiesto que el Polisario y las fuerzas que lo sostienen, en particular Argelia, estiman que sería improcedente volver a una posición rígida con el régimen mauritano, al que se desea facilitar su desenganchamiento de los pactos bilaterales establecidos con Marruecos, como primer paso para el establecimiento de una paz sólida en el sur del Sahara occidental mientras se mantiene el hostigamiento de las fuerzas marroquíes y se reafirma la entidad política constituida en los campos de refugiados.

En este sentido el Frente Saharaui dispone ahora de una mayor credibilidad internacional, aunque ésta siga estando todavía mitigada en el marco específicamente árabe. No hubiera sido lógico, por tanto, forzar la ruptura del alto el fuego proclamado unilateralmente en julio pasado, tras el golpe militar dirigido por el coronel Uld Salek, en Mauritania, a quien se trata de facilitar los medios políticos para separarse de la pesada carga constituida por la presencia de un importante contingente militar marroquí en ese país.

La hostilidad del Polisario a una solución política basada en el establecimiento de una federación saharaui-mauritana, al margen del Sahara ocupado por Marruecos, responde al convencimiento de que este esquema ha sido rebasado por los últimos acontecimientos.en el terreno internacional: acuerdo argelino-francés para estabilizar la región magrebina, deseo de París de consolidar al régimen mauritano, neutralidad aparente de Estados Unidos y lo que parece ser un viraje de la propia política oficial española.

El Polisario preparará ahora las modalidades de entrega de los siete pescadores españoles cuya liberación fue anunciada el primer día del congreso tras la intervención hecha por el secretario de relaciones exteriores de la UCD, Javier Rupérez. Se espera que el acto carezca de la espectacularidad conferida a ceremonias de este tipo celebradas con anterioridad.