Las pistolas
Siempre he dicho que esto era una democracia/western. Las pistolas. Ya están ahí las pistolas. Parece que el propio Martín Villa ha reconocido, en una comida privada, que hay 80.000 pistolas incontroladas. Un alivio.Las gentes de oficios armados, cuando se jubilan, al parecer, conservan la pistola. Como las jubilaciones suelen ser de miseria, a lo mejor les dejan la pistola para que se distraigan, como al peón jubilado le dejan Ja boina. Con quinientas pesetas de pensión una boina hace mucha compañía.
Hay otros oficios con pistola. Por ejemplo, el de vendedor de enciclopedias ilustradas a domicilio, que es que es un atraco y no ilustran nada. Por unas cosas o por otras, 80.000 pistolas andan sueltas por el país, o delicadamente posadas sobre el piano, o guardadas en la cómoda conyugal, junto a las fotos sepia y la pulsera de pedida, para el día en que el usufructuario del arma y la pedida -que no va a ser precisamente un policía esté dolorosamente harto.
Luego, para que no decaiga, resulta que, desde Santurce a Bilbao, va por toda la ría un barco cargadito de fusiles que no son de nadie, ni siquiera de la fábrica de armas y munición Barreiros. A lo mejor Barreiros es el único señor que no tiene pistola, en este país. Don Alfonso de Marbella, ya saben, el príncipe con el apellido lleno de haches, se va a Filipinas a poner un Marbella Club en Manila. Está dolorosamente harto de la caña que le ha metido la prensa del corazón político este año, y, sobre todo, de que los jeques del petrodólar le hagan sus necesidades en lo más azul de la piscina verde.
Cuando don Alfonso empieza. a pensar en Manila, como los Villaverde en los últimos tiempos del abuelo/medalla, es que aquí va a haber otro dos de mayo. El dinero español, ya se sabe, en épocas de pax romana tira para Suiza, y en las emergencias tira para Manila. Y a ver si no son una emergencia 80.000 pistolas.
Ayer les hablaba yo aquí de 1982 como fecha cataclismática a lo Orwell, ya que va a ser el año del Mundial de Fútbol en España. No faltan más que cuatro años, pero está claro que más allá del ochenta todo es ya año 2000. Bueno, pues hoy me escribe Pitita desde Londres (para que vean queja para psicología funciona, o a lo mejor son escuchas), y me dice que se va a Bombay a visitara un gurú que anuncia para ese año, 1982, grandes cacaos geológicos, con la desaparición en el sensurround de América del Norte y parte de Italia. A ver si por lo menos aquí nos queda en pie el Bernabéu para jugar el Mundial, que Cabanillas se lo tiene prometida a Saporta, hombre.
Aunque yo creo que ni eso, yo creo que a 1982 no llegamos, con tantas pistolas en sus pistoleras. También me dice Pitita que haga meditación trascendental todos los días, veinte minutos por la mañana y veinte por la tarde, tendido en el suelo y con los dedos gordo e índice unidos, que si no, no vale. ¿Y si llegan los de las pistolas; y me pillan así, Pitita?
Suárez se está haciendo una casa en Cebreros y le ha puesto picaportes italianos. Rafael Ansón se está haciendo una casa de recién casado y su señora, Inmaculada, le ha puesto picaportes italianos. No es por nada, pero Rafael, «absolutamente absorbido por el marketing privado», se va a México a preparar el viaje del Rey. Lo de los picaportes tipo Cebreros es cosa de su señora, Inmaculada. Se ha pasado usted, señora, en el consenso de los picaportes.
¿Tenemos una democracia/picaporte o una democracia/ parabellum? Yo creo que tenemos una democracia/westem. Generalmente, ese señor que chilla en el carril sólo bus y dice que ya está bien de libertinaje y Sandra Alberti, y que antes no pasaba esto, suele tener en casa una pistola. Yo no soy partidario de retirarles las pistolas. A lo mejor, algunas son recuerdo de familia. De la familia a quien mató el padre esa pistola.
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