El gobernador civil no ha ordenado aún la apertura del teatro Príncipe

El gobernador civil de Madrid, Juan José Rosón no ha ordenado la apertura del teatro Príncipe, de Madrid, a pesar de que desde las 13.30 horas de ayer tiene en su despacho un escrito del Juzgado de Instrucción número 8 de Madrid donde se comunica que dicho juzgado no ha tomado medida alguna en orden a la suspensión del espectáculo Ven a disfrutar, que se representa en ese local. Por orden gubernativa, el pasado jueves fue cerrado el teatro por incurrir la obra en posible delito contra la moral pública.Una fotocopia del oficio del Juzgado de Instrucción número 8 fue entregada ayer a los informadores en el curso de una rueda de prensa con el director, los actores y la empresa del espectáculo prohibido. El texto, firmado por el secretario del juzgado, con el visto bueno del juez de instrucción, dice: « Doy fe que en dicho juzgado, y con el número 2.764 del corriente año 1978, se instruyen diligencias previas por el supuesto delito de coacciones, a virtud de denuncia de don Jaime Azpilicueta Pérez, contra las cuales, y por este juzgado, no se ha tornado medida alguna en orden a la suspensión del espectáculo que se representa en el teatro Príncipe de esta capital, titulada Ven a disfrutar. Y para que conste, en cumplimiento a lo mandado, expido el presente con el visto bueno del señor juez en Madrid, a 20 de septiembre de 1978.»

Los afectados por el cierre del teatro entienden que el caso es «un fallo claro de coordinación en la Administración pública», ya que tienen a su favor la legislación vigente, estando la obra aprobada por la Junta de Clasificación de la Dirección General de Teatro, del Ministerio de Cultura, con el anagrama «S» y autorizada para mayores de dieciocho años. Señalaron que antes de tomar la decisión de cierre, el gobernador civil tenía que informarse sobre la situación y contenido de la obra.

Jaime Azpilicueta definió el caso como «una fuerte agresión de la autoridad». Considera que la Administración es la responsable, y espera que hoy el gobernador civil ordene la reapertura de la sala y de las representaciones de Ven a disfrutar. En caso contrario, los profesionales del teatro y centrales sindicales han ofrecido su apoyo para realizar acciones públicas de denuncia. En la reunión informativa se señaló la evidente despreocupación por parte de la Dirección General de Teatro y Espectáculos, que sólo ha ofrecido amabilidad y burocracia, sin querer defender su autorización a la obra.

Fuentes allegadas a la Fiscalía del Tribunal Supremo desmintieron ayer a EL PAIS que fuera la mencionada fiscalía o la Fiscalía Territorial las que denunciaron la obra teatral. El pasado mes de junio el Gobierno advirtió a la Fiscalía del Reino que la mencionada obra, aparentemente con otro título, había sido prohibida y que debía vigilarse su posible puesta en escena. De acuerdo con las mismas fuentes, una versión distinta de la obra fue aceptada. La fiscalía, según un portavoz cualificado, «ha sido la primera sorprendida al saber que, en efecto, la obra implicada estaba siendo exhibida en un teatro de Madrid».

Por su parte, el director de la obra, Jaime Azpilicueta, declaró a EL PAIS que la orden de cierre fue sugerida por el fiscal del Reino, y que tiene pruebas, aunque no puede citar nombres. La fiscalía insiste en que la prohibición de la obra es «estrictamente un problema gubernativo». En este sentido, las mismas fuentes fiscales corroboraron ayer las recientes declaraciones del gobernador civil de Madrid, quien manifestó que esperaba de un momento a otro la decisión del juez sobre el caso. En sus declaraciones, el señor Rosón explicó que en función de esa decisión judicial el teatro Príncipe puede ser abierto de nuevo, sin más, ser objeto de una sanción administrativa o verse afectado por otra decisión. « Lo que está claro -añadió el señor Rosón- es que de un modo u otro el Gobierno Civil tendrá que intervenir de nuevo.»

Ven a disfrutar es la versión castellana de Let my people come, espectáculo que nunca provocó la indignación o rechazo del conservador público londinense y que durante mucho tiempo ha formado parte del recorrido turístico de miles de españoles en la capital inglesa.

En Madrid llevaba un mes de representaciones sin que se hubieran producido tampoco denuncias de ningún tipo ni por parte de particulares ni de entidades.