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Denuncian la falta de asistencia sanitaria en Asturias

Unos mil enfermos al año de la Ciudad Sanitaria de Oviedo son enviados a centros privados para ser sometidos a operaciones, lo que supone un enorme costo a la Seguridad Social, con cuyos fondos puede fomentarse a veces la corrupción, a la vez que se introduce el pago por acto médico a ciertos cirujanos de la Seguridad Social, según denuncian en un informe entregado al corresponsal de EL PAIS las centrales sindicales representadas en el comité de empresa de la Ciudad Sanitaria, CCOO, UGT, CSUT, y varios médicos independientes.

Añaden que este desvío de enfermos hacia clínicas privadas comporta un riesgo para los pacientes, por la tardanza en la puesta en marcha de las medidas terapéuticas adecuadas y las deficientes condiciones en que son atendidos en algunas de dichas clínicas, carentes de los más elementales medios de infraestructura sanitaria.En este informe-denuncia se asegura que no hay actualmente en la Ciudad Sanitaria de Oviedo un solo servicio o sección de cirugía que no tenga lista de espera de enfermos para ser intervenidos y que la demora no suponga meses o incluso años. Esta lista de espera se cifra, en el momento presente, en 3.379 enfermos.

Por otra parte, se denuncia la inexistencia de un material adecuado para resolver los problemas urgentes graves, como son las paradas cardíacas. No se realiza cirugía cardíaca infantil, prácticamente inexistente en Asturias, lo que produce una mortalidad infantil por esta causa sin parangón con otras ciudades y provincias españolas. Los gastos por estudios y tratamientos especiales realizados en otros centros superaron en 1977 los cien millones de pesetas. En opinión de los médicos firmantes del informe, es necesaria la puesta en funcionamiento de un servicio o sección de medicina nuclear, ya que es la única Ciudad Sanitaria de España que no la posee. El treinta por ciento del material adquirido hace un año todavía está embalado en un sótano y hay jefe de sección que no puede cumplir su cometido, por no existir el servicio para el que ha sido contratado. Como ejemplo de lo que consideran una ineficaz labor de administración y dirección, afirman que del plan de necesidades de la residencia general para 1977 no pudieron ser utilizados cuarenta millones de pesetas para la adquisición de material porque la dirección del centro no sacó los concursos en el período estipulado.

El Instituto Nacional de Silicosis, situado en la zona alta de Oviedo, próximo a la Ciudad, Sanitaria y al Hospital General, no ha alcanzado siquiera el cincuenta por ciento de su capacidad de utilización en el primer semestre de 1978, permaneciendo dos plantas cerradas, y una unidad de coronarias, completamente dotada desde hace un año, aún no ha sido puesta en funcionamiento, según denuncia Comisiones Obreras de la Sanidad. La difícil situación del centro ha sido planteada en Madrid a los directivos del INP y del Fondo Compensador de Enfermedades Profesionales por una comisión de médicos del Instituto de Silicosis. acompañada del delegado provincial de Sanidad.

El instituto cuenta con 258 camas de hospitalización general y doce camas de cuidados intensivos; seis de respiratoria y otras seis de coronarla. El bajo índice de utilización de estas camas se debe a que en el centro solamente pueden ser ingresados pacientes pensionistas de silicosis.

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