España debe participar en las actuales negociaciones sobre el Sahara
A la vez que se manifiestan nuevos síntomas de distensión en el conflicto del Sahara., el Frente Polisario ha reafirmado su voluntad de estrechar lazos con España y ha vuelto a invitar al Gobierno español para que se integre en las negociaciones diplomáticas que tienen lugar actualmente entre diversas capitales para buscar una solución política a la crisis, que podría ser respaldada por las Naciones Unidas.En la Villa Asnar, sede oficial del Polisario, es perceptible el deseo de buscar el camino apropiado para formalizar el diálogo con Madrid, con el fin de no relegar al olvido todo aquello que, según afirman con vehemencia, une a españoles y saharauis: lengua, común historia durante largos años y otras afinidades.
Con las fuerzas políticas españolas -«incluso con Fraga, antaño partidario de nuestra independencia»- se desea fortalecer relaciones y discutir los temas conflictivos. «Pero -aseguran- para ello es necesario que tanto Madrid como las formaciones políticas españolas den el paso apropiado en concordancia con el ofrecimiento hecho hace pocas semanas por la dirección política de nuestro movimiento».
Es notorio que si en el marco estrictamente argelino se pone de relieve el papel que Francia está llamada a jugar a raíz de las dos entrevistas sostenidas por el presidente Giscard d'Estaing y el ministro argelino de Asuntos Exteriores, Abdelaziz Buteflika, en los medios saharauis no se hace abstracción alguna de los inconvenientes que pudiera conllevar una solución que pase por París sin el aporte directo de España.
Las grandes líneas del plan político expuesto a Argel y Rabat por un emisario del presidente de Costa de Marfil, con el respaldo de la parte francesa, tienden a colocar el territorio del Sahara bajo la tutela de la ONU por espacio de varios años.
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La ONU tutelaría la autodeterminación del Sahara
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Al término de este plazo, sería organizado un plebiscito popular bajo el control de la misma ONU, con el propósito de permitir a los saharauis determinar su libre voluntad, conformes a las resoluciones internacionales aprobadas en Nueva York. Durante ese período en el que el Sahara estaría regido por un administrador designado por la ONU se procedería a un alto el fuego y serían retiradas las tropas extranjeras.
El Polisario, que aún no se ha pronunciado sobre esta fórmula, reitera que el conflicto del Sahara sigue teniendo la dimensión original de un problema de descolonización, y, como tal, considera erróneo para los intereses españoles la «inhibición» manifestada por el Gobierno de Madrid.
En ese sentido se manifiesta, igualmente, que el caso de los pescadores españoles en manos de los guerrilleros saharauis no debe ser considerado como el «tapón» que estaría obstaculizando el acercamiento con Madrid. El Frente Polisario parece estar ahora dispuesto a liquidar definitivamente ese contencioso en una forma que. preserve su dignidad y libere al Gobierno español de la última traba para recuperar el terreno perdido con los saharauis y la propia Argelia.
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