La meteorología predice la ubicación de los bancos de pesca

Desde el día 15 de diciembre de 1977 la estación de radio del Estado Mayor de la Armada transmite diariamente, en clave cifrada para la navegación pesquera, las coordenadas que hacen posible la localización de los «bancos móviles» de pesca, también llamados «frentes pesqueros». Dicha información cubre un área comprendida entre los paralelos 55º y 23º N y los meridianos 40º W y 10º E, y va dirigida a los pescadores que se encuentran dentro de la zona señalada. Tanto el estudio como la confección de estos mapas ha sido una iniciativa de la Sección de Meteorología Marítima del Instituto Nacional de Meteorología (actualmente dependiente del Ministerio de Transportes y Comunicaciones).Y, realmente, los resultados no se hicieron esperar. El día 28 de mayo del presente año llegaba un telegrama del comandante general de Canarias al Estado Mayor de la Armada en el que se hacía constar la satisfacción de los pescadores por el aumento de las capturas desde que dieron comienzo estas transmisiones. Pero volvamos un poco atrás. ¿Cómo nació todo este asunto en España? El meteorólogo Antonio Naya, perteneciente a la mencionada sección del INM, fue encargado hace años del estudio de las líneas de corriente del viento en la mitad sur de las islas Canarias, llegando a la conclusión de que existía una relación entre el giro ciclónico de los vientos en la zona y la cantidad de capturas. En 1952 tuvo también conocimiento de que en las costas de Villacisneros las capturas aumentaban en relación directa a la intensidad de los vientos de componente NNE. Se trataba, pues, de establecer las correlaciones meteorológicas adecuadas con el fin de determinar la ubicación de las líneas de pesca. Ante la imposibilidad de utilizar, por otro lado, los modelos de Japón y EEUU, que empleaban datos no aprovechables por nuestro Instituto Nacional de Meteorología (básicamente de intercambios atmósfera-océano), se realizaron estudios durante largos años para el establecimiento de técnicas basadas en el análisis de datos de superficie y altura. Se puede afirmar, por consiguiente, que el modelo que aprovechan nuestros pescadores es de auténtica «fabricación nacional».

Meteorología y economía

Puestos en contacto con el director general del INM, Pedro González-Haba González, nos comentó que «realmente esta actividad de asistencia al sector pesquero forma parte de una política muy amplia de ayuda de nuestra meteorología nacional a otras actividades que son básicas para el desenvolvimiento económico de nuestro país. Se ha demostrado en países desarrollados, como EEUU, Inglaterra y Francia, que las proporciones rentabilidad/ inversión de la meteorología aplicada a sectores como el agrícola (predicciones de heladas, determinación de épocas óptimas para cosechas, predicciones de sequías, etcétera), el energético (previsiones de aguas embalsadas, principalmente) el turístico, el sanitario y un largo etcétera, son muy elevadas. Y es mi intención y la del ministro de Transportes y Comunicaciones, señor Sánchez Terán, el demostrar que en España también se pueden alcanzar».

Y a nosotros nos parece. que el momento no puede ser más oportuno, entre otras cosas porque la meteorología tiende cada vez a ser una ciencia más exacta. La OMM (Organización Meteorológica Mundial) ha puesto en marcha hace relativamente poco tiempo su Global Atmospherie Research Program (Programa de Investigación Global de la Atmósfera), en el que interviene nuestro país; enorme estudio que implica una gran cantidad de medios y países, y que deberá ayudar a ajustar las famosas «ecuaciones fundamentales de la mecánica de fluidos» a la gran máquina termodinámica que es nuestro planeta. Con ello se pretende, entre otras cosas, llegar a tener un conocimiento exacto de lo que va a ser el tiempo atmosférico a diez días vista. Porque, queramos o no, y como decía un meteorólogo francés, «nuestra vida, nuestro tiempo, nuestras actividades económicas, todo ello hiper-organizado, se acomoda cada vez peor a las fantasías de la atmósfera».