Fracasó la huelga de gasolineras de Barcelona

De fracaso puede calificarse la primera jornada de huelga de gasolineras convocada por CNT en la provincia de Barcelona. El consumo de gasolina, estimulado por la psicosis de posible desabastecimiento, superó ayer en un 25% el récord del año, en cuanto a expedición diaria de carburante en Barcelona y en el 62% el volumen expedido sobre el anterior fin de semana, según fuentes oficiales de CAMPSA. El paro, según fuentes del Gobierno Civil, afectaba anoche tan sólo a diecisiete de las 281 estaciones de servicio existentes en Barcelona.

Fuerzas de la Policía Armada, que ejercieron vigilancia en todos los puntos de suministro, sustituían al personal de servicio en once estaciones, dos de ellas localizadas en la ciudad de Barcelona y el resto en la provincia. Los efectos de la huelga, que nunca fueron excesivamente graves para los usuarios, disminuyeron a lo largo de la tarde al reincorporarse trabajadores a estaciones en paro, entre las que se encontraba la de Molins de Rey, muy importante por su estratégica situación que se normalizó a partir de las ocho de la tarde de ayer.Ayer funcionaban con casi total normalidad, gracias a la intervención de la fuerza pública, los surtidores de gasolina de Barcelona y su provincia, después de que, desde las cero horas del mismo día, la CNT hubiese iniciado en solitario una huelga de los trabajadores del sector, en el cual esta central es, en Barcelona, mayoritaria.

Tanto el Gobierno Civil como la central convocante facilitaban unos datos que eran favorables a sus respectivas posturas. Una y otra fuente valoraban la situación partiendo de diferentes aspectos.

Por parte del Gobierno Civil se destacaba que «sólo han sido intervenidas por el Estado ocho estaciones de servicio, sobre un total de las 93 que se hubiesen intervenido en caso de necesidad según había informado ya CAMPSA». La misma fuente agregó al mediodía de ayer que «el número de gasolineras en paro es de unas seis, sobre un total de cerca de trescientas en el conjunto de Barcelona y provincia, lo cual hace que ni tan siquiera existan colas, pese a ser sábado» Precisó también que el número de detenidos era, al mediodía, de cuatro, que iban a ser puestos a disposición judicial, al tiempo que se comunicaría al ministerio fiscal el hecho de que algunos propietarios de estaciones de servicio no hubiesen acudido a su establecimiento.

Por parte de la CNT, su secretario general, Enric Marcos, informó a EL PAIS que la huelga había sido un éxito, ya que «han parado de un 75 a un 80% de los trabajadores en la provincia y de un 70 a un 75 % en Barcelona-ciudad». Corroboró las informaciones del Gobierno Civil en el sentido de que el servicio funcionaba con normalidad, precisando que «ello es debido a la intervención masiva de la fuerza pública, que ejecuta la labor de los trabajadores en paro, así como de muchos empresarios que también están trabajando».

Con respecto a las detenciones, Marcos afirmó que llegaron a afectar a unas treinta personas y que, a primeras horas de la tarde, el número de detenidos contabilizados era aún de veintidós. Manifestó que, en la mañana, la intervención de la policía, había causado dos heridos, uno de un golpe en la frente por bala de goma y otro en la pierna, ambos sin gravedad. El Gobierno Civil desmintió la existencia de herido alguno.

A últimas horas de anoche, los trabajadores de gasolineras de la CNT estaban reunidos en asamblea, con asistencia del secretario general de su central, el ya citado Enric Marcos. El criterio ampliamente dominante en la asamblea era el de proseguir el paro durante el día de hoy.

Paralelamente al conflicto, se apreció entre los empresarios del sector una voluntad de negociar, que fue bien aceptada por los cenetistas, cuyos ataques se centraban en la persona del presidente del gremio, señor Junca, a quien calificaban de «duro».

Por parte del comité nacional de la CNT se hacía especial hincapié en la importancia de los medios policíacos puestos en funcionamiento -seis compañías de la Policía Annada, además de personal antidisturbios-, mientras que un miembro de dicho comité afirmaba a EL PAIS: «No esperábamos esta escalada y nos preguntamos si no estamos siendo campo de pruebas para acciones de este tipo. »

Por su parte, CCOO y UGT difundieron un comunicado respecto al conflicto, en el que afirman: «Denunciamos ala opinión pública la actitud irresponsable de CNT al convocar esta huelga indefinida en el sector, especialmente cuando partimos de la experiencia del año pasado, en donde, después de una semana de huelga, se firmó el pacto (y no convenio), prácticamente con la primera oferta que había hecho la patronal.

Asimismo, hacemos saber que CNT estuvo desde el primer momento invitada, al igual que las demás centrales sindicales con presencia en el sector, a participar en las negociaciones del convenio estatal, y si no aceptó fue única y exclusivamente porque veía relegado su afan de protagonismo en la provincia de Barcelona al de un trabajo serio y coherente llevado conjuntamente con CCOO y UGT. Por otra parte, todo el proceso se llevó de una forma completamente abierta a la participación de todos y nada se hizo a espaldas de los trabajadores.

Una vez más, CNT antepone sus intereses como organización (otras veces ha considerado que negociar convenios era contraproducente) a los de los trabajadores, convocando una huelga que no tiene ningún sentido y de la que los perjudicados, en definitiva, podemos ser los trabajadores.»