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Inquietud en Asturias ante la posible supresión del ferrocarril de Langreo

El valle del Nalón, Siero y Noreña, en total una población de más de 200.000 habitantes, podrían verse afectados por la pérdida del transporte de viajeros que realiza el ferrocarril de Langreo si, como anunció el subsecretario de Transportes, Alejandro Rebollo, en Gijón, se convierte este ferrocarril de ancho internacional en ancho Renfe con la finalidad de transportar los dos millones de toneladas que producirá en 1982 el nuevo pozo de Mosquitera a la térmica que Hunosa creará en Riaño (Langreo).Posiblemente por este motivo el Ministerio de Transportes pretende convertir en ancho Renfe el tramo comprendido entre La Felguera y Mosquitera, cuando tanto la Corporación langreana como Hunosa quieren convertir el ferrocarril de Langreo al ancho FEVE, porque Hunosa necesita un ferrocarril pequeño y elástico que no desprecie los trayectos cortos y los transportes de tierras. Por su parte, el Ayuntamiento quiere liberar sus carreteras de la sobrecarga de tráfico de camiones que soporta, especialmente a partir del hundimiento del túnel de Carbayín, cuya reparación exige de forma inmediata para estudiar posteriormente la posibilidad de darle el ancho métrico a la vía con la finalidad, además, de no perder el enlace con El Ferrol y Hendaya. El ferrocarril de Langreo tiene 130 años y fue ideado y construido para llevar los carbones desde la cuenca minera a Gijón.

El proyecto del Ministerio de Transportes daría paso, por otra parte, a fabulosas ganancias para determinadas familias gijonesas con la venta como solares edificables de los terrenos ocupados en Gijón por la estación de ferrocarril de Langreo, si éste es adaptado al ancho Renfe, ya que estos terrenos revertirían a la antigua propiedad.

El ferrocarril de Langreo fue el tercero de los que funcionan en España. El peligro provocado por el hundimiento de parte del túnel de Carbayín ha obligado a cerrarlo al tráfico de trenes, con lo que todo el movimiento de viajeros y de minerales, especialmente de carbón, de los pozos de Hunosa de la cuenca del Nalón y los yacimientos de Siero obliga a realizar el transporte por unas carreteras comarcales con todo el peligro y contaminación que ocasiona este enorme tráfico. Concretamente las calles de La Felguera registran estos días un tráfico de casi 3.500 camiones pesados diarios.

El temor de que siga adelante el plan de ensanche de las vías del ferrocarril de Langreo ha provocado indignación en Asturias, especialmente en el valle del Nalón, y entre los directivos de Hunosa. Se teme que al quedar clausurado el ferrocarril de Langreo sería abandonado el servicio de viajeros para ser utilizado exclusivamente como vía de retorno de los trenes vacíos, tras su descarga en el parque de carbones de Aboño, cercano al puerto gijonés de El Musel. Ello tendría como consecuencia dejar sin comunicaciones ferroviarias a una importantísima población asturiana, trabajadores en su inmensa mayoría. Por otra parte, el paso del ferrocarril de Langreo a Renfe supondría también posiblemente el despido de casi el 90% de los empleados de aquél.

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