Se deteriora la coartada del asesino de Luther King
Sin que sus declaraciones hayan arrojado nueva luz sobre el asesinato de Martín Luther King, y tras haber sufrido serios deterioros en su coartada, James Earl Ray finalizó su testimonio ante el Congreso norteamericano y fue recluido nuevamente en la prisión de Tennessee, donde cumple condena por el homicidio del líder negro.
El comité especial de la Cámara de Representantes que investiga los asesinatos del presidente Kennedy y del reverendo King suspendió sus sesiones a causa del período de descanso del Congreso. El mes próximo se celebrarán audiencias públicas sobre el caso Kennedy y posiblemente James Earl Ray no sea llamado a testificar de nuevo hasta el mes de noviembre.La última sesión del testimonio de Ray transcurrió en un ambiente muy tenso y en medio de las continuas protestas del abogado de aquél, Mark Lane. El comité presentó una declaración hecha por un antiguo policía británico, ahora retirado, en la que éste asegura que Ray admitió haber asesinado al reverendo Luther King.
Según el comité, Alexander Anthony Eist, estuvo encargado de la custodia de Ray cuando éste fue detenido en Londres y luego extraditado a Norteamérica. El policía afirma que James Earl Ray reconoció entonces haber asesinado a King, lo que, dijo, le convertiría en un «héroe nacional» ante los ojos de muchos norteamericanos. Ray habría confesado también odiar a los negros y se habría lamentado por su error de abandonar el rifle con sus huellas dactilares en el lugar del crimen, a causa de la precipitada fuga.
Ray escuchó impasible estas alegaciones para afirmar después que «eso es mentira» y que se trataba de «la declaración más dañina jamás hecha contra mí. Momentos después el abogado de Ray salía de la sala para atender una llamada telefónica y regresaba diciendo que se le acababa de informar de que el policía que declaró contra Ray había sido expulsado de Scotland Yard, entre otros motivos, por haber cometido perjurio.
Atmósfera caldeada
Mientras la atmósfera se caldeaba con estas revelaciones, James Earl Ray veía desmoronarse su coartada cuando uno de los testigos principales a su favor decía ante el comité que sus declaraciones de que vio a Ray en una gasolinera en el momento de cometerse el crimen eran «una pura invención».Coy Dean Cowden dijo que éI estaba en su casa de Texas, a más de 600 kilómetros de Memphis cuando se asesinó a Luther King. Anteriormente, Cowden había declarado que él estaba en una gasolinera de Memphis, a la misma hora en que se disparaba contra el dirigente negro. Cowden explicó que se había inventado esta historia en 1974 para ayudar a un amigo que quería vender declaraciones sobre el asesinato de King a un periódico sensacionalista.
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