Nuevas acusaciones contra el jefe superior de Policía de Bilbao
A las acusaciones directas y públicas de ElA (Partido para la Revolución Vasca) contra el nuevo jefe superior de Policía de Bilbao, Manuel Ballesteros, al que ha calificado de destacado torturador durante su estancia en Guipúzcoa como comisario jefe, se están sumando otros testimonios de personas con nombres y apellidos que narran escenas macabras en las dependencias policiales, en las que el mencionado policía ejercía el mando.El Movimiento Comunista de Euskadi (EMK-MCE) distribuyó ayer a los medios informativos vascos una carta de Xosé María Monserrat, dirigente del partido en Galicia, quien sale al paso de unas declaraciones del señor Ballesteros tras tomar posesión de su nuevo cargo. A las acusaciones de algunos sectores de la izquierda vasca, el nuevo jefe superior de Policía de Bilbao respondió, entre otras cosas, que él «había venido a Euskadi a trabajar y no a polemizar». «Me ha dolido esta información -dijo Ballesteros, ante las acusaciones que le asociaban con las torturas- por lo que pueda pensar el ciudadano que no me conozca. Quien quiera puede informarse en La Coruña de mi comportamiento durante dos años en aquellas tierras.»
Desde La Coruña ha replicado Xosé María Monserrat a Ballesteros. «Yo fui detenido y torturado en la Jefatura Superior de Policía en La Coruña -asegura el dirigente del Movimiento Comunista- por inspectores de la Brigada Social en el mes de febrero de 1977, siendo jefe, superior de Policía precisamente Manuel Ballesteros. La única razón de aquellos interrogatorios y torturas era el ser dirigente del Movimiento Comunista de Galicia (MCG).»
«La información aportada por el Movimiento Comunista sobre las actuaciones de Ballesteros en La Coruña van acompañadas de varios recortes de prensa en los que se narra la historia de la detención de Xosé María Monserrat y se entra en los detalles de las torturas a las que, según afirma el político, fue sometido.
Por su parte, ElA, el pasado 10 de agosto, denunciaba públicamente que varios de sus militantes, entre los que se encontraba Juan Miguel Goiburu Mendizábal Gohierri, detenido en la primavera de 1975, fue golpeado personalmente por Ballesteros, al que acusa de asistir y dirigir los interrogatorios, en los que se emplearon malos tratos y torturas.
Por su parte, el abogado de Gohierri, Iñaki Esnaola, próximo a los sectores independentistas radicales de la izquierda abertzale, aseguró que su defendido no fue maltratado como afirma EIA, aunque no obstante, tiene constancia de que Ballesteros, al que califica de un«buen policía», empleaba métodos terroristas contra sus detenidos. «Creo que se puede decir, sin lugar a dudas -afirmó Esnaola-, que Ballesteros era una policía mafioso muy introducido en el ambiente de chivateo y chantaje, malos tratos, etcétera.»
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