Los agricultores no son ajenos a los problemas de la patata

El presidente del FORPPA, Luis García, mantuvo ayer una entrevista en Valladolid con el presidente de la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos, Adolfo Sánchez, al término de la cual hizo unas declaraciones que, en síntesis, son las siguientes:- En el mercado de la patata hay actualmente un intrusismo grave, favorecido en muchas ocasiones por los propios agricultores.

- Los últimos incidentes surgidos en la «guerra de la patata» no tienen tanta importancia. La solución está exclusivamente en manos de los agricultores. Ya estamos negociando con los sindicatos agrarios la forma de conseguir una ordenación racional del cultivo. No se puede producir más de lo que se consume. Los cultivadores tienen que asumir su parte de responsabilidad porque nosotros no vamos a hacer otra cosa que negociar la forma de ordenación aunque sin dictar unas normas rígidas, porque estamos en una economía de mercado libre y cada cual debe ser responsable de lo que hace.

- La ordenación de cultivos será una solución a medio plazo. Para ahora mismo el cumplimiento de las normas de comercialización de la patata permitirá aliviar el problema de esta campaña.

- Si las normas fueron dictadas por el Ministerio de Comercio en 1972 y no se han cumplido hasta ahora, la responsabilidad no es sólo de la Administración, sino también de los agricultores.

- Hay que hablar claro: a los cultivadores no les interesaba la prohibición de comercializar patatas con un tamaño inferior a 44 milímetros. A mí me han llegado a confesar algunas cooperativas que seleccionaban las patatas grandes, pero que luego vendían también las pequeñas a intermediarios ilegales, que las canalizaban al mercado, hundiendo así los precios.

- EI problema de los intrusos es muy grave. Ahí sí que me gustaría ver luchar a los cultivadores, que se manifiesten y realicen todo tipo de acciones contra ellos; el año pasado se llegó a firmar un acuerdo con los almacenistas por el que éstos se comprometían a comprar la patata de esta cosecha a 7,50 pesetas, pero siempre que se cumpliesen las normas de comercialización y fuesen denunciados los intrusos. No pudimos acabar con ellos ni hacer cumplir las normas, porque los agricultores aceptaron negociar con los intrusos a cambio de veinticinco céntimos más que les daban por kilo.

- Espero que ahora colaboren todos en la lucha por imponer las normas de comercialización, lo que implicará retirar las patatas pequeñas y retirar del mercado unos excedentes que este año no son tan importantes como parece.

- No es cierto que el FORPPA haya sacado patatas de sus almacenes de Valencia. El pasado 1 de agosto terminó la venta de patatas de estos almacenes, y todas las que quedaban en las cámaras frigoríficas fueron destruidas, y hay pruebas de ello que se pueden pedir.

- El FORPPA no intervendrá más en el mercado de patata, pues no está dispuesto a gastar otros centenares de millones en comprar y destruir patatas cuando hay otras soluciones, sin necesidad de derrochar fóndos públicos.