Doce personas sufren contaminación radiactiva en un laboratorio militar británico
Al menos doce personas de las que trabajan en el laboratorio militar inglés de Aldermaston sufren contaminación radiactiva por plutonio en dosis que en algunos casos superan hasta en cinco veces los límites de seguridad prescritos internacionalmente.La última de las cautelosas y lacónicas notas oficiales del Ministerio de Defensa, que minimizan el alcance del descubrimiento, sugiere abiertamente que pueden ser muchos más los trabajadores afectados.
Una operación en gran escala de exploración de posibles víctimas, que puede durar semanas, ha sido puesta en marcha ayer. Las dos consecuencias inmediatas del incidente de Aldermaston han sido la movilización de los sindicatos cuyos trabajadores han sido afectados y el rebrote de la polémica siempre abierta en Gran Bretaña sobre la seguridad de las instalaciones nucleares.
La contaminación radiactiva se ha descubierto en el curso de un examen rutinario de una pequeña parte de las 2.000 personas que prestan sus servicios en este centro atómico del Berkshire, dedicado a la investigación y producción de armamento. El plutonio fue detectado primero en tres mujeres que trabajan en la lavandería, ahora cerrada.
La ampliación de los reconocimientos ha permitido descubrir a otros nueve contaminados, todos ellos hombres, que se ocupan en la manipulación de residuos nucleares y en procesos metalúrgicos. En la mayoría de los casos, los pulmones son la zona más afectada.
Posible «fuga»
Expertos del Departamento de Defensa no han podido precisar todavía el origen de la contaminación, que puede desarrollar tumores malignos en quienes la sufren. Mientras, en medios militares se prefiere creer que los restos de plutonio han podido ser medidos gracias a la implantación reciente de técnicas más fiables -que no están en uso en Aldermaston-, fuentes civiles consultadas por este periódico no excluyen la posibilidad de una «fuga» radiactiva, reciente o no. Aldermaston tiene mala fama entre la comunidad científica, por lo que a sus medidas de seguridad se refiere.Los análisis que han permitido detectar a los contaminados se han realizado en centros civiles que disponen de las llamadas «unidades de exploración total». El Centro Nacional de Protección Radiológica ha salido al paso de las declaraciones de los responsables militares, según las cuales mediciones radiactivas exactas no han podido hacerse hasta ahora en el laboratorio atómico, por no existir el instrumental adecuado, señalando que desde hace tres años la tecnología oportuna es plenamente operativa en Gran Bretaña, donde funcionan varias de las unidades citadas. Una de ellas ha sido recientemente encargada por el Ministerio de Defensa, a un coste de 75 millones de pesetas.
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