Un solo Gobierno vasco

«Para Txiqui Benegas. consejero del Interior en el Consejo General vasco. el Gobierno vasco en el exilio perderá su razón de ser en cuanto se apruebe la nueva Constitución. El criterio es tan sensato como irrebatible. La Constitución de 1978 cerrará el arco de la transición democrática, y completada ésta, todas las legitimidades del poder político se concentran, necesariamente, en los hombres elegidos en las urnas. La dualidad entre el Consejo Cieneral vasco -órgano representativo de la actual voluntad popular en el territorio- y el Gobierno en el exilio. reducido a la legitimidad histórica de representar el fruto de la anterior etapa constitucional del país, no haría sino perjudicar el proceso de transferencias de funciones al organismo autonómico. Parece. pues. que el Gobierno vasco en el exilio debería autodisolverse una vez que se apruebe la Constitución o, por lo menos, en cuanto el correspondiente estatuto transforme en pleno el actual ente preautonómico. Sin embargo, en recientes declaraciones del "lendakari" Jesús María de Leizaola parece que se da a entender que el Gobierno vasco en el exilio subsistirá mientras el estatuto no iguale o supere las condiciones del aprobado bajo la Constitución de 1931

No se trata ahora de acudir al fondo del asunto. Como es obvio, las atribuciones y competencias del estatuto habrán de ser función de la hora presente, de las realidades presentes y de las condiciones presentes.

16 de agosto