El problema del sionismo dificulta la conferencia contra el racismo
La ausencia de representantes del Gobierno de Estados Unidos al inaugurarse ayer la conferencia mundial de la lucha contra el racismo y la discriminación racial, hace temer que algunos países de Europa occidental abandonen la conferencia si el tema del sionismo «como una forma más de racismo» (resolución aprobada en la Asamblea General de la ONU en 1975) intenta ser transformado en uno de los puntos centrales del debate. Es dicha resolución el motivo por el cual están ausentes Estados Unidos, Israel y el Congreso Judío Mundial.
La presencia de Kurt Waldheim, secretario general de la ONU, que viajó especialmente desde Nueva York para intervenir en el acto inaugural de la conferencia, no resultó, por lo menos en el día de ayer, un elemento que le diera visible realce al evento, que durará dos semanas. Ministros de Asuntos Exteriores de sólo ocho países fueron enviados por los Gobiernos: los de Sri Lanka, Filipinas, República Arabe del Yemen, Cuba, Ghana, India, Liberia y Nigeria, pero ninguno de Europa occidental, lo que resulta directamente ligado a lo que ha sido denunciado por países tercermundistas como un boicot de Estados Unidos. El resto de las delegaciones lo integran funcionarios gubernamentales subalternos o los embajadores acreditados ante la ONU en Ginebra.. Waldheim, por su parte, fue extremadamente cuidadoso en su discurso inaugural, que contuvo más que nada generalidades sobre el problema del racismo y la discriminación racial, centrando la atención en la lucha contra el apartheid, que calificó de «racismo institucionalizado».
Según muchos delegados, ayer ya se pudo apreciar que la reunión no tendrá la importancia que se preveía, al celebrarse justamente en la mitad del decenio de la proclamación por las Naciones Unidas de la «década de acción para combatir el racismo y la discriminación racial en todas sus formas».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.