Japón y China firman hoy un tratado de paz y amistad
Al cabo de seis años de difíciles negociaciones. China y Japón firmarán probablemente hoy en Pekín un tratado de paz y amistad que a largo plazo puede tener efectós profundos sobre el equilibrio estratégico en esa región de Asia. Para esta ceremonia el ministro japonés de Asuntos Exteriores, Sunao Soda, se encuentra ya en Pekín.El primer ministro japonés, Takeo Fukuda, dijo ayer en Tokio que de las últimas conversaciones celebradas con la parte china «surgló una situación tal que permite que podamos concluir el tratado sin alterar nuestra posición sobre la cuestión de las hegemonías, de los territorios y otros problemas».
La cláusula relativa a las hegemonías, aludida por el primer ministro Fukuda, había sido propuesta insistentemente por China y se refería a una mención expresa de que ambas naciones, China y Japón. están contra todo hegemonismo en Asia, un texto que la URSS consideraba dirigido directamente contra ella. Japón se había negado a incluir tal cláusula en el tratado.
Asimismo. la soberanía sobre las islas Senkaku, sobre cuya propiedad japoneses y chinos están enfrentados, había sido otro importante impedimento para la firma del tratado, aunque el reanudarse esta última ronda de conversaciones, japoneses y chinos declararon que no permitirían que la cuestión se convirtiese en un obstáculo para la firma del tratado.
El secretario del Gobierno japonés, Shintaro Abe, reveló, por su parte, a los periodistas que esta mañana tendrá lugar un Consejo extraordinario de Ministros para decidir sobre la aceptación del texto del tratado, elaborado por una comisión redactora integrada por tres personas por cada una de las partes, China y Japón.
El protocolo final, después de que sea probado por el Consejo de Ministros, debería ser firmado hoy en la capital china por los ministros de Asuntos Exteriores de Japón y China. Sunao Soda y Huang Hua, respectivamente.
Japón manifestó a lo largo de las negociaciones, y así ha quedado recogido en el texto final del tratado según las informaciones al respecto, que ha de quedar claramente expreso que este tratado no va contra ninguna tercera nación. Antes de que comenzara esta última fase de las negociaciones, el embajador soviético en Tokio, Dimitri Polyanski, regresó a Moscú después de haber advertido al Gobierno japonés que su país podría cambiar de política con respecto a Japón si éste firmaba algún documento antisoviético.
La agencia Tass soviética dio a conocer ayer una últimáadvertencia de la URSS a Japón, en la que se afirma que China ha intentado que este tratado vaya dirigido contra la URSS y agrega que así lo proclamó incluso el Congreso del Partido Comunista chino del año pasado. «La firma de dicho tratado, expresabe el comentario de Tass que reprodujo el periódico oficial Pravda, produciría no sólo un grave revés para los intereses japoneses, sino que además desencadenaría un proceso de gran tensión internacional.»
Durante toda la semana la URSS atacó severamente los objetivos de la política exterior china y en un artículo publicado por Pravda, bajo el seudónimo de I. Alexandrov, reservado a los más altos cargos del Gobierno, se advertía a Tokio que no incitase a la guerra, amonestación muy significativa.
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