La guerra civil palestina
LOS PALESTINOS han creado un fenómeno desconocido hasta hace pocos años e introducido un dato nuevo en las relaciones entre las naciones: la guerra civil internacional Sin un campo de batalla propio, porque carecen de territorio nacional, sin motivaciones específicas frente a un enemigo -porque consideran que la sociedad internacional, en si, conjunto. y el mundo desarrollado. en particular, son los culpables de su situación-, y ayudados siempre por las sofisticadas técnicas del terrorismo, los palestinos estiman propicio cualquier campo de batalla y no se detienen demasiado en medir la culpabilidad de aquel al que atacan. E continuo aplazamiento de la solución palestina y la dispersión de los palestinos les arroja al internacionalismo violente -una especie de Komintern de la primerísima hora- y ocasiona que el mundo se encuentre con potenciales terroristas potenciales campos de batalla en cualquier lugar. Palestina los palestinos se encuentran en todas partes y ninguna nación puede ser ajena al conflicto.La visión global de la lucha por la liberación de un pueblo. motivada por la frustración y canalizada por el terrorismo. se complica aún más cuando a aquélla se superpone la lucha civil entre diversas facciones palestinas. Los atentados contra las embajadas de Irak en Londres y París, el asesinato del delegado de la Organización para la Liberación de Palestina en la capital francesa, los enfrentarri lentos en Líbano, el ataque al consulado general de Irak en Karachi. el atentado de ayer en Islarnabad. etcétera. siguen mostrando la arripliación del conflicto y el establecimiento de la guerra civil a escala internacional. Sólo a grandes rasgos, los bandos que ahora pasan a enfrentarse en ella se identifican con Al Fatah y la OLP, por una parte, y al llamado Frente del Rechazo, que parece personalizarse en el disidente de la OLP Abu Nidal, de cuarenta años, nacido en Gaza.
Aunque algo explica el enfrentamiento entre Arafat y Abu NidaL éste tendría, no obstante un fuerte matiz personal. No se trataría ya de la rivalidad entre Arafat y Georges Habascli. centrada sobre todo en el sentido político de la revolución palestina, sino de una enemistad movida tanto por desilusiones políticas como por ambiciones privadas. Por lo demás. estos datos sólo ilustran en parte los motivos de una guerra civil que se comprende con más claridad por la escisión creciente entre las actitudes moderadas y radicales para el Oriente Próximo. Alimentadas por los diversos Estados árabes y correlativas con las facciones palestinas que las apoyan mi itarmente. En este sentido ha de analizarse la actitud de Irak y el rechazo o aceptación del principio de negociación con Israel. Todos los países árabes participa con diversa intensidad en el conflicto de Oriente Próximo, cuyas vicisitudes inciden poderosamente en sus respectivas políticas domésticas. Irak, muy sospechoso por su presunto impulso al terrorismo palestino, libra un agrio,combate contra Siria, que ha cobrado nueva intensidad al filo de la guerra de Líbano. Tanto aquí como en todos los problemas de la región, Irak juega la carta radical que le conduce. por ejemplo, a permitir la celebración, en Bagdad. de un proceso político por la traición de Sadat. En la actualidad toda consolidación del régimen iraquí posiblemente necesita de la progresiva radicalización en, su política exterior que. en contra de las tradiciones, no parece gustar de los medios estrictamente diplomáticos ni del respeto escrupuloso de la soberanía de terceros Estados.
Y es que la guerra civil palestina y el incremento del terrorismo. sea cual fuere su origen. echa por tierra muchos esquemas de la diplomacia y de la cortesía que debe regir las relaciones entre los Estados. Los franceses acaban de quejarse de ello escenario de nuevas escaramuzas libradas en su territorio por causas lejanas combatientes extranjeros. puede quejarse mañana. Nadie parece tener el derecho de pernianecer al margen de la guerra civil de los palestinos, éstos devuelven a Occidente la violencia con que siempre se les ha educado.
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