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Nuevas conversaciones para poner fin al conflicto de Ascon

Los representantes de los trabajadores de Ascon han hecho una propuesta a la empresa en la que aceptan únicamente tres despidos de los siete que exige la dirección para liquidar el conflicto que dura ya más de cinco meses. El 22 de febrero, un paro de parte de los 1.850 trabajadores de las dos factorías de Ascon, en solidaridad con un trabajador, cuyo despido ha sido legitimado por Magistratura, determinó un lock-out, que la dirección justificó en una coacción que impidió a algunos directivos abandonar uno de los astilleros durante varias horas. Posteriormente diversos incidentes motivaron un total de 46 despidos, algunos de ellos repetidos hasta tres veces. CCOO y UGT consiguieron un principio de acuerdo con la empresa -con la que también había negociado inicialmente USO-, pero una asamblea de trabajadores lo rechazó, al no aceptar ninguno de los seis despidos de dirigentes sindicales.

La nueva fase de negociaciones, en el Ministerio de Trabajo, se ha iniciado después de que abandonaran la representación que toma contacto con la empresa todos los despedidos, como exigía la dirección de Ascon. Las centrales, por su parte, han vuelto también al comite.

En una reunión que se consideraba decisiva para el conflicto, las posturas se han mantenido distantes. En tanto la empresa exige para comenzar la negociación que se reconozcan seis despidos, con una indemnización global de 4,5 millones de pesetas, los trabajadores solamente aceptan tres, incluyendo el que originó el conflicto, que la dirección ha considerado siempre al margen de las deliberaciones centrales sindicales y trabajadores han hecho una nueva oferta que se volverá a negociar la próxima semana, después de una nueva asamblea del personal de Ascon, en la que se pretende que se otorgue la máxima capacidad de decisión a la comisión mixta. La propuesta incluye un aumento a ocho millones de las indemnizaciones, que la reconversión de 121 administrativos se haga permaneciendo los afectados en las factorías, que se reduzcan a la mitad las sanciones a 31 trabajadores previstas en el principio de acuerdo que había con las centrales sindicales y que la empresa no demore el pago de los salarios que adeuda, en cuanto se abran nuevamente los astilleros. También se plantea la posibilidad de que las partes se sometan a un arbitraje.

El conflicto de Ascon es el más largo de la historia del movimiento obrero gallego. Al conflicto en sí, hay que añadir que la empresa está intervenida judicialmente, como consecuencia de una suspensión de pagos.

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