La revuelta en el País Vasco
«La sangría de las vacaciones tendrá este año un sabor violento y agrio en el lado vasco de la frontera franco-española. Un sabor de sangre y pólvora mezclados. El de la grave amenaza que el problema vasco y su complejidad hacen pesar sobre el porvenir democrático de España.Se sabían todos los peligros que podían atrasar o contrariar el simpático proceso de la joven Monarquía española; de todos ellos, el irredentismo vasco se revela como el más serio. Pero no se sabía que a esta complejidad se agregaba otra: la de saber cuáles son los límites exactos del País Vasco, donde se desencadena la pasión. (...)
Es con una finalidad deliberada con que la organización separatista vasca ha escogido la capital de Navarra para proseguir esta acción violenta que, día a día, enluta el norte de España. Pues se trata de saber si esta provincia formará parte o no del conjunto vasco que se encamina hacia la autonomía. (...) Tres provincias vascas conocen un estaturo de preautonomía. (...) Es la política del Gobierno Suárez que reconoce, en oposición al principio unitario impuesto por el general Franco, la existencia en España de "naciones" o de pueblos diversos, originales, distintos, pero federados como lo fueron otrora bajo los Reyes Católicos. (...)
Vascos, al cien por cien, son Bilbao, San Sebastián y Vitoria, pero no en las mismas proporciones Pamplona. Provincia híbrida Navarra. Una pequeña parte habla el vasco, otra habla castellano. No participó en la primera República vasca de la guerra civil. Durante la guerra, los requetés navarros le dieron la victoria a Franco en el norte de España. Ahora, los vascos quieren incorporarlos. El Gobierno español propone a los navarros que se pronuncien en un referéndum. Pero el escrutinio está todavía lejos. Mientras tanto, la violencia puede gangrenar a España, más allá de las fronteras imprecisas de Euskadi, que se busca a sí misma. (...)»
21 julio
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