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Gran despliegue de las fuerzas de orden público para capturar a los asesinos de los militares

Durante toda la noche del viernes al sábado y todo el día de ayer continuó, sin ningún resultado positivo, la vasta operación policial de captura de los asesinos del general Sánchez Ramos y del teniente coronel Pérez Rodríguez. Más de setecientos policías y guardias civiles rastrearon, con helicópteros, perros y caballería y con un fuerte apoyo logístico de unidades móviles y de equipos de comunicación de largo alcance, toda la zona norte de la sierra de Madrid en un radio de varias decenas de kilómetros en torno a Miraflores de la Sierra, en cuyas proximidades fue visto por última vez el comando a las diez de la noche del viernes.

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A esa hora, en una urbanización en construcción, conocida como La Berrocosa, el guarda de la misma fue obligado a punta de pistola a curar a uno de los tires integrantes del comando la herida que un sargento de la policía le produjo en el hombro en el instante en que emprendía la fuga una vez llevado a cabo el asesinato de los dos jefes militares.Veinticuatro horas después los resultados de la operación de rastreo continuaban siendo negativos. Fuentes de la Dirección General de Seguridad y de la Dirección General de la Guardia Civil se mostraban pesimistas anoche sobre la posibilidad de poder obtener la detención de los tres asesinos y empezaban a barajar la tesis, por el contrario, de que éstos hubieran podido romper el cerco policial y encontrarse fuera de la provincia de Madrid. La policía lamentaba el hecho de que el guarda de La Berrocosa hubiera tardado una hora en dar el aviso de la estancia del comando en estos parajes, siguiendo las instrucciones de éste, bajo amenaza de muerte.

La operación de rastreo se efectuó palmo a palmo en toda la zona citada. Policías y guardias civiles registraron, igualmente, todas las urbanizaciones y casas del lugar. Durante toda la jornada fueron establecidos severos controles policiales que dificultaron enormemente el tráfico en un día de fin de semana, en el que se calcula que los pueblos de la zona sufren un aumento de población de un 3.000%. Las retenciones en las principales carreteras de esta parte de la sierra alcanzaron, a causa de los controles, hasta quince kilómetros, causando inconvenientes a los automovilistas.

No hay duda de la autenticidad del comunicado de ETA

Altos funcionarios de la Dirección General de Seguridad y de la Guardia Civil manifestaron ayer a EL PAÍS que no había ninguna duda con respecto a la autenticidad del comunicado de ETA. Estas mismas personas, que el viernes se inclinaban por la tesis de los GRAPO, sostenían ayer que, efectivamente, el atentado pudo haber sido perpetrado perfectamente por ETA y que se estaba trabajando sobre tales hipótesis.Sin embargo, mantenían que existían algunos puntos oscuros, tales como el hecho de que el guarda de La Berrocosa que curó al herido del comando reconociese posteriormente en fotografías mostradas por la policía a dos militantes de los GRAPO, de los que la policía había distribuido sus fotografías horas después de conocerse la noticia del atentado. Otro punto oscuro estaría en el hecho de que una de las pistolas encontradas en el taxi -una FN nueve milímetros- robada en Bélgica, según pudo saber EL PAÍS, no es de las que habitualmente suele utilizar ETA. El tercer punto consistiría en que varios testigos reconocieron a Isabel Llaquet, natural de Lérida, como la mujer del comando. Llaquet es conocida militante de los GRAPO y esposa de Arenas, uno de sus dirigentes. El cuarto punto, en fin, sería el hecho de que es esta la primera vez que ETA militar da un golpe con una activista, con una mujer, como integrante del comando.

Con todo, según fuentes solventes, la policía ha podido establecer que uno de los idéntificados por los testigos presenciales, un tal Pérez Rego, militante de los GRAPO, se encontraba en Cambados (Galicia) en el momento de producirse el asesinato y que otro de los que los mismos testigos apuntaban como uno de los presuntos asesinos -Delgado de Codes, asimismo de los GRAPO-, aunque se encuentra huido, es presumible que se hallase en Zaragoza en el momento de producirse los hechos. La policía justificaba estos errores de bulto en el hecho de la confusión que se crea entre los testigos en los momentos iniciales, si bien no lograba encajar la identificación del guarda de La Berrocosa, del que no se ha hecho público su nombre.

Operación bien planeada

Otra fuente policial significada mostraba su extrañeza por el modo de actuar de ETA, en el sentido de que esta organización nunca reivindica un atentado en tanto que el comando que lo ha llevado a cabo está plenamente a salvo. Esa fuente policial interpretaba el hecho de la precipitación de ETA como una posible maniobra disuasoria en el sentido de que el comando, teniendo en cuenta que uno de sus miembros está herido (aunque la policía desconoce la consideraciónde la herida), podría estar en dificultades de movimiento, debido a la fuerte presión policial y a la gran sensibilización de la opinión pública. La misma fuente descartaba a priorí que el comando asesino pudiera tener uno o más comandos de apoyo.Al parecer, en contra de lo publicado, la operación del asesinato de los dos militares estaba bien planeada. Sin embargo, en frase de un alto funcionario de la policía, «el sargento destrozó la huida del comando, toda vez que, no sólo hirió a uno de sus miembros, sino que al destrozar una rueda del taxi hizo que los comandos tuvieran dificultades en su aparatosa huida y tuvieran que cambiar, a buen seguro, sus planes».

Cerco policial en la sierra madrileña

La mayor parte de las operaciones de rastreo se realizaron en las zonas comprendidas entre Miraflores de la Sierra, Bustarviejo, puertos de Canencia y Morcuera, Rascafría (sitio hacia el que presumibiemente huyeron los asesinos en un 127 una vez curada la herida por el guarda), Manzanares el Real, Guadalix de la Sierra y las inmediaciones de las ermitas de San Blas y de los Remedios.La,operación de rastreo fue dirigida por un general de la Guardia Civil y, como en el día anterior, la misma, así como todas las investigaciones policiales del caso, estaba centralizada en la Comisaría General de Información, que dirige el comisario Conesa, y concretamente en la Brigada Operativa de la misma (anti terrorista), por un lado, y en la Jefatura Superior de Policía de Madrid, que dirige el comisano Pastor.

Por la envergadura del despliegue hecho por las fuerzas policiales, ayer se produjeron un buen número de falsas alarmas y de persecuciones de coches y personas que luego se demostró que no tenían que ver directamente con el caso, aunque algunos detenidos fueran buscados por otras razones, generalmente de mucha menor monta. Así, se sabe que en las últimas 48 horas se han practicado varias decenas de detenciones (muchos de los detenidos fueron puestos en libertad una vez prestada declaración), y algunos puestos posteriormente a disposición judicial.

"Limpia de chorizos"

Ninguna fuente de las consultadas por este periódico precisó el número de detenciones, las cuales continuaban produciéndose al cierre de estat edición. Un oficial de la Guardia Civil manifestaba gráficamente a EL PAÍS que una de las consecuencias de la vasta operación es «que estamos limpiando la provincia de Madrid de chorizos y gente similar». A las siete de la tarde de ayer se produjo un momento de confusión en las fuerzas que participan en la operación, cuando la emisora, central que coordina la misma dio la orden de caza y captura de un Simca 1200 de color blanco, techo negro y matrícula M-1882-BY, robado por tres individuos a punta de pistola en la madrileña calle de Alberto Alcocer, frente al número 29. No se averiguó si el vehículo sustraído fue posteriormente localizado o si podía tener alguna relación con el comando buscado.Un despacho informativo de última hora de la agencia Europa Press manifestaba que los fugitivos podían estar teniendo serios proemas de movilidad y que, debido a los numerosos controles superpuestos, tendrían que estar utilizando carreteras de segundo y tercer orden, con las dificultades que ello supone en orden de la rapidez, más aún con uno de ellos herido. A las diez de la noche de ayer no había sido localizado el automóvil 127 en el que fueron vistos por el, guarda de La Berrocosa, lo que hace sospechar que o bien pudieron alejarse de la zona o bien lograron camuflarlo en alguna casa. Se da la circunstancia de que el pasado año la policía descubrió en una casa de Miraflores un arsenal de armas de los GRAPO.

Independientemente de la operación policial de la sierra de Madrid, la policía y la Guardia Civil han establecido un elevado número de controles en las principales carreteras españolas y en los principales nudos de comunicación.

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