Apretada agenda económica de la CEE en la próxima semana

Finanzas, pesca, agricultura, asuntos exteriores y relaciones con países en vías de desarrollo son el temario para la última semana de trabajos comunitarios en Bruselas, antes de las tradicionales vacaciones de agosto, que paralizan, prácticamente, la labor de las instituciones europeas.A las sesiones a nivel ministerial habrá que añadir la reunión, entre expertos, de representantes de la CEE y del Comecon (Organización de Cooperación Económica de los Países del Este), destinada a oreparar un nuevo encuentro a más alto hivel para el otoño próximo. Para España sólo cabe esperar, en el curso de los distintos consejos ministeriales, repercusiones en los sectores de pesca -con la ampliación temporal de las licencias de pesca CEE para barcos españoles- y textil. La oportunidad de cerrar, en el curso de esta última semana de julio, el litigio de la ampliación del Acuerdo Comercial de 1970 queda aplazado hasta el otoño. Se dice que Madrid no acepta un compromiso de la Comisión Europea, que no mejora las concesiones agrícolas para productos españoles, en la actualidad, frente a ofertas comunitarias al resto de países de la zona mediterránea con acuerdos comerciales con la CEE. De los cinco encuentros ministeriales en la capital belga destaca el dedicado a asuntos económicos y financieros. Los nueve ministros de Economía y Finanzas de la CEE deberán abordar líneas directrices del futuro Sistema Monetario Europeo, al que se vinculará España en su día, definido por los jefes de Estado y de Gobierno de la CEE en el curso de su última cumbre europea. en la localidad alemana de Bremen, el 6 y 7 de este mes. El clásico examen trimestral de la situación económica de la CEE -orientada hacia una leve reactivación- y la coordinacíón de la estrategia común de crecimiento económico completarán el orden del día del Consejo de Economía y Finanzas. Paralelamente a la sesión de economía-finanzas, los nueve responsables ministeriales de la política pesquera de la CEE verán la posibilidad de lanzar otra vez el proyecto de crear un mercado común de la pesca, idea a la que se opone Gran Bretaña, al rechazar las propuestas del resto de países comunitarios de aplicar un reparto proporcional de las riquezas pesqueras de la zona de las doscientas millas de aguas comunitarias, entre las flotas nacionales de los estados miembros de la CEE. No se espera, en principio, ningún cambio de actitud por parte de Londres, sobre todo a pocos meses vista de elecciones generales en Gran Bretaña. Los responsables de la política pesquera dedicarán su jornada al análisis de sus relaciones con países terceros -España entre ellos- que cuentan con concesiones unilaterales o bilaterales de pesca en la zona de las doscientas millas de aguas de pesca CEE.