Zaire y Angola inician el camino de la coexistencia

Zaire y Angola han decidido establecer una comisión conjunta encargada de normal Izar las relaciones entre ambos países. actualmente interrumpidas. al término de una serie de negociaciones celebradas en Brazzaville. Los dos Gobiernos se declaran dispuestos a repatriar a los refugiados y a proceder a la reapertura de la línea, férrea de Benguela, vital para la economía zaireña.Los regímenes del general Mobutu y del presidente Agostinho Neto han vuelto a demostrar su disposición para acallar definitivamente sus querellas, pero las diferencias políticas que los separan y lo ocurrido entre ambos a partir de la guerra civil angoleña suponen una barrera difícil de salvar, a menos que exista la voluntad recíproca de convivir pacíficamente, lo que significaría que en una primera fase Luanda impediría a los antiguos gendarmes katangueños la utilización de su territorio como base de agresión contra Zaire, y Kinshasa haría lo mismo con los efectivos del Frente Nacional de Liberación de Angola, establecidos en la frontera zaireña.

La capital de Congo fue ya el escenario de la « reconciliación » zaireño-angoleña. a iniciativa del anterior presidente de ese país. Marion Ngouabi, quien logró hace dos años organizar una entrevista entre Mobutu y Neto, pero las declaraciones de amistad formuladas por éstos jamás se tradujeron en hechos concretos.

El régimen de Mobutu, que atraviesa una difícil situación económica como consecuencia del caos administrativo, la corrupción y la reducción de las ventas de cobre, tiene necesidad del ferrocarril de Benguela para agilizar las exportaciones de este mineral, actualmente interrumpidas, y al propio tiempo se ve obligado a reconciliarse con el país vecino para formalizar el principio de la inviolabilidad de las fronteras, que en la práctica significaría la neutralización de los katangueños.